A la pata la llana: De manera natural. Sin cumplidos. Manuel se comporta siempre sin formalidades, a la pata la llana. La llana era la gente sencilla del pueblo, la que no tenía ningún tipo de privilegios ni de prebendas. La aparición de la palabra pata, empleada coloquialmente en su acepción de pierna, parece sugerir movimiento, acción, la forma de moverse de dicha gente humilde. Una explicación bastante más rebuscada supone que la locución está relacionada con la fortaleza-prisión de Al-Batha, situada en Orán, en Argelia, y a la que iban a parar muchos prisioneros españoles caídos en las emboscadas berberiscas. En esta fortaleza, llamada a veces La Pata por los españoles, el trato entre todos los presos sería directo, familiar, llano.