A ojo (de buen cubero)

A ojo (de buen cubero): Se suele emplear sólo la primera parte de la expresión: a ojo. Se usa para indicar que algo se hace sin un plan preestablecido, calculando aproximadamente o sin medir. Antiguamente la cuba, aparte de un recipiente para contener líquidos, era también una medida de capacidad, que lógicamente variaba dependiendo del ojo de su fabricante, del cubero. De ahí proviene la expresión completa. El pabellón estaba casi lleno. A ojo de buen cubero habría unas cuatro mil quinientas personas. V. Tener ojo.

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