Andar/venir con pamplinas

Andar/venir con pamplinas: (¡No me vengas con pamplinas!||¡Déjate de pamplinas!) Poner excusas que nadie se cree. Que si el despertador; que si el autobús se retrasó; que si el colegio de los niños… Tú siempre andas con pamplinas. El caso es que nunca vienes a trabajar a la hora. Mostrar asco o desagrado. Pues filete de ternera, ¿qué va a ser si no? No sé por qué andas con tantas pamplinas a la hora de comer. Pones una cara que parece que estás comiendo qué se yo. Cosa de poca importancia o de escasa utilidad. Venga, déjate ya de pamplinas, que ya tendremos tiempo de rematar los bordes de las puertas. Vamos a lo importante, que es pintar la habitación. La pamplina es una planta, también llamada oreja de ratón, que crece en los sembrados y que resulta molesta e inútil para el agricultor, de aquí el significado de las locuciones. Hay, no obstante, una variedad de pamplina, conocida como maruja o lenteja de agua, que vive cerca de los regatos y en lugares húmedos y que se come en ensalada.

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