Andar(se)/estar/mirar con cien/mil ojos

Andar(se)/estar/mirar con cien/mil ojos: (Tener cien/mil ojos||Andar(se) con ojo/con mucho ojo) (Tener(mucho)ojo/ojito) (Tener/andar con más ojos que Argos) Prestar mucha atención. Tener precaución. Todas estas expresiones están relacionadas con un personaje de la mitología griega, Argos Panoptes, el que todo lo ve, el gigante que acabó con el fiero toro que atemorizaba a toda la Arcadia. Argos estaba despierto y dormido al mismo tiempo, pues tenía cien ojos, de los que cincuenta se mantenían siempre abiertos y los otros cincuenta cerrados. Cuenta la leyenda que Hera le encargó que cuidara a una vaca blanca, que era en realidad Io, una ninfa sacerdotisa de su templo, amante de Zeus, a quien el dios supremo había dado esa forma para que la propia Hera no la descubriera. Hera ordenó a Argos que vigilara a la vaca para que nadie se le acercara, y menos aún Zeus, pero este pidió a Hermes que rescatara a la ninfa. El mentiroso Hermes contó a Argos una aburridísima historia que acabó haciéndole cerrar los cien ojos, momento que aprovechó para matarlo. Conmovida, Hera quiso perpetuar los cien ojos de su fiel guardián y los colocó en las colas de los pavos reales. Por esta carretera hay que andarse con cien ojos, porque es muy estrecha y hay poca visibilidad.|No le des mucha confianza a Carlos, con él tienes que andar con cien ojos, porque puede aprovechar cualquier cosa que digas para causarte problemas. V. Abrir los ojos.

Deja un comentario

Tu email nunca se publicará.


Ir a la barra de herramientas