Apurar/beber(se) el cáliz hasta las heces

Apurar/beber(se) el cáliz hasta las heces: Sufrir todo tipo de penalidades. Pasar por grandes sufrimientos. A partir de ahora todo le tiene que ir bien, porque ya ha sufrido bastante. Ha apurado el cáliz hasta las heces: separación, muertes, ruina… ¡Pobre hombre! La frase, un tanto arcaizante, se asienta en el episodio evangélico de Getsemaní, cuando un ángel recoge en un cáliz el sudor y la sangre de Cristo, que, más humano que nunca, se cuestiona el porqué de los sufrimientos que le esperan y grita «Padre, aparta de mí este cáliz». (Mateo, XXVI, 39; Marcos, X, 38 y XIV, 36 y Lucas, XXII, 42). Las heces son, aparte de los excrementos, los residuos o sedimentos que quedan en el fondo de un recipiente que ha contenido un líquido, en este caso, la copa. La expresión Hasta las heces significa en este contexto ‘hasta lo más desagradable’.

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