Arrimar alguien el ascua a su sardina

Arrimar alguien el ascua a su sardina: Obtener beneficios particulares de lo que debería ser un beneficio común. Favorecer a alguien afín. Como la mayor parte de los miembros de la junta son canarios, a Canarias han ido destinadas más inversiones, y es que, se quiera o no, cada cual arrima el ascua a su sardina. En una parrillada, las ascuas deben ser las mismas para todos; las sardinas han de hacerse al mismo tiempo. Lógicamente, mis sardinas se asarán antes si les arrimo toda la brasa, todas las ascuas. Es posible que el dicho tenga origen andaluz, ya que los jornaleros que trabajaban en los cortijos solían recibir sardinas como compensación a su trabajo, sardinas que asaban robándose las ascuas los unos a los otros, llegando a tal punto la guerra que en muchos lugares se obligó a que se asaran las sardinas en un fuego común y en otros, incluso, se prohibió que los jornaleros asaran sardinas.

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