Bajarle/bajársele a alguien los humos: Lograr que alguien desista de su actitud altiva y presuntuosa. Derrotar a alguien. Ahí lo tienes, el más listo, el más guapo, el más estudioso, el que presumía tanto de ser perfecto. Espero que este suspenso le haya bajado los humos. El término humo es sinónimo de altivez y de enfado (v. Estar alguien que echa humo). Es curiosa la interpretación de Joaquín Bastús, que habla de la costumbre romana de colocar a la entrada de las casas las imágenes de los antepasados más ilustres, que acababan tiznadas por el humo de las lámparas. Los más cargados de humo serían, pues, los más importantes, aquellos que merecían más respeto: V. Subírsele a alguien los humos.