Buscarle tres/cinco pies al gato: Buscar excusas imposibles de creer o tratar de demostrar lo indemostrable. Si te dice que no ha podido ir a trabajar porque le dolía la cabeza, créetelo y no le busques tres pies al gato. De todas formas, no resulta difícil asegurar que el gato tiene tres pies, o dos o uno, pues tiene cuatro… La frase original era Buscar cinco pies al gato y parece ser, como cuenta Sebastián de Covarrubias en su Tesoro de la lengua castellana (1611) que hubo alguien que se los encontró, pues consideró la cola como un pie más.