Caja o faja: Significa algo así como ‘o todo o nada’. Se emplea en contextos en que una persona quiere dar a entender que está arriesgando mucho en algún aspecto de su vida, de forma que puede lograr el éxito total o el fracaso más rotundo: He gastado todo el dinero que tengo, y mucho del que no tengo, en poner este negocio y no sé qué va a a pasar: caja o faja. Aunque no es una expresión muy usada, la recogemos aquí porque su origen es ciertamente curioso. En 1843 fue enviado a Barcelona el general Prim, para sofocar uno de los muchos levantamientos que tuvieron lugar durante esos turbulentos años del siglo XIX. A las acusaciones de que lo único que buscaba era la faja de mariscal, respondió situándose en primera línea y gritando para cargar: «¡Adelante! ¡O caja —de muerto, se entiende—, o faja!». Al final, fue la faja, que le otorgó el regente, general Serrano.