Coger/agarrar/sujetar algo o a alguien con pinzas: Tratar un asunto con prudencia o precaución o a una persona excesivamente susceptible con gran delicadeza. Lo que nos ha dicho vamos a cogerlo con pinzas y a no darle mucha importancia hasta que oigamos a la otra parte.|Contigo nunca se sabe qué te gusta ni qué te molesta. Siempre hay que cogerte con pinzas.
Con esta expresión nos viene a la mente la idea del cirujano o del científico manejando las pinzas o, para no ir más lejos, la del filatélico tratando a sus valiosos sellos con sumo cuidado.