Cientos de  millones de barriles derramados en el océano están provocando el peor desastre ambiental en la historia de los Estados Unidos y uno de los más catastróficos en toda la humanidad, al menos 60 mil barriles se vierten diariamente en las aguas del Golfo de México desde que el pasado 20 de Abril la plataforma petrolera Deep Horizon a cargo de la empresa BP explotara matando a 11 de sus ocupantes.

Los esfuerzos para detener el derrame han sido infructuosos y el trabajo para remediar el avance del crudo en la superficie  para que no llegue a las costas insuficiente, el crudo ya ha alcanzo las costas de los 5 estados de la unión americana que comparten el Golfo de México afectando a millones de personas que viven cerca de esta agua, las industrias de turismos y la pesca han sido las más afectadas provocando la quiebra de cientos de establecimientos.

Si bien este derrame ha sido el que más cobertura mediática ha recibido en la historia, otro desastre ambiental es más cercano a nuestra realidad; en la selva ecuatoriana poblaciones indígenas y colonos han sufrido los estragos de la presencia petrolera y su negligencia por más de 3 décadas, los afectados agregan que se vertieron  en la selva millones de litros de aguas contaminadas con petróleo, numerosos casos de cáncer de piel, gástricas y otras se reportan como causa directa de la contaminación.

Un grupo de demandante acusa a la empresa Texaco ahora Chevron de ser la causante de estos males y el juicio establecido en contra de la  gigantesca petrolera esta cerca de llegar a un veredicto  final; líderes indígenas de la Amazonía conocedores de esta problemática al enterarse del  derrame ocurrido en el Golfo de México quisieron lo que habían  aprendido en todos estos años.

Acompañamos a una delegación de líderes de los pueblos Secoyas, Cofán y representantes de los campesinos  amazónicos hasta la ciudad de Nueva Orleans donde fuimos recibidos por un líder de la tribu Woma pueblo  indígena que vive desde tiempos ancestrales en las costas del Golfo de México, y que se ha visto directamente afectado por este derrame; tras descansar  y comer en un hotel de Nueva Orleans partimos  en la mañana hacia un pequeño puerto para conocer de cerca los estragos de este derrame en el estado de la Luisiana.

Junto a Hemergindo Criollo líder del pueblo Cofán  pudimos observar la intensa actividad petrolera que se lleva a cabo a lo largo del Missisipi donde existe no menos de 150 refinerías y otras estructuras relacionadas con el petróleo.

En el embarcadero subimos al bote junto a Humberto Piaguaje  líder Secoya, Mariana representante de los campesinos ecuatorianos y un representante de la comunidad Woma.  Así como personeros de  las ONG’S Amazon Wacth y Refort Station Neublum.

Por más de tres horas recorrimos las aguas de los pantanos del Vayú como tradicionalmente se conoce a esta región.

Humberto Piaguaje, Líder Nacionalidad Secoya, dice: “Recuerdo del Aguarico, el río en cada acrecentada bajaba el crudo, dejaba una señal, el río negro casi una cuarta”.

Pronto pudimos constatar  el impacto que el crudo derramado ha producido sobre esta zona.

Fernando Ehlers,  Director Programa La Televisión, dice: ““Podemos ver claramente como el petróleo está pegado en estas hiervas altas, estamos en  Luisiana donde evidentemente la compañía ha puesto estas salchichas para proteger el petróleo que entre a esta zona, pero lo hicieron cuando ya el petróleo habría ingresado a gran parte de esta región, es decir el daño ya está hecho”.

Mariana Jiménez, Representante Campesinos afectados caso Texaco, dice: “Es puro petróleo, mira, tiene petróleo”

Emergildo Criollo, Líder Nacionalidad Cofán, dice: “Para mi siempre es muy difícil por que ese petróleo manchado en las hiervas nunca se va a desaparecer yo creo que en poco tiempo las hiervas se van a secar”.

Fernando Ehlers, Director Programa La Televisión, dice: “Cangrejo philips que además está ovado, está lleno de huevos que seguramente ya no podrán ser depositados en su ambiente natural por que está completamente cubierto de crudo, una cosa muy pegajosa, muy densa”.

Tras esta penosa visita regresamos a tierra sólo para descubrir a una problemática aún mayor que cualquier derrame petrolero, la desaparición de pueblos y culturas enteras y la destrucción de un ecosistema vital en nombre del desarrollo económico.