Marcello Lippi sigue haciendo oídos sordos a las críticas e, incluso, a las simples observaciones relativas a sus decisiones. Él las asume, pero sigue a lo suyo y persiste. No importa mucho que los vigentes campeones mundiales alineen en Sudáfrica una defensa entrada en años. Al contrario. El seleccionador italiano es más bien de los que consideran que gallina vieja hace buen caldo…
Fabio Cannavaro, Gianluigi Buffon, Fabio Grosso, Nicola Legrottaglie, Gianluca Zambrotta, Gennaro Gattuso, Andrea Pirlo y Luca Toni pasan alegremente de la treintena. Sin embargo, salvo sorpresa mayúscula, todos esos héroes de 2006 serán de la partida en Sudáfrica. «Lippi practica una política de gerontocracia”, denuncian entretanto sus detractores.
Al patrón de la Nazionale, no obstante, le trae sin cuidado. “Si debiera escuchar a la opinión pública, hace cuatro años tendría que haber dejado en casa a jugadores como Cannavaro o Buffon y haber dimitido”, replicó. “Desde que soy entrenador, ya sea en un club o en la selección nacional, hay un hilo conductor que dicta mis decisiones: nunca me he visto condicionado por las campañas procedentes de fuera. Si estoy convencido de que hay que hacer algo, voy con ello hasta el final”.
Importa el futuro, no el pasado
«Pero que nadie se equivoque: no es la victoria de 2006 lo que dicta mis decisiones. De todas formas, en Italia lo que hayas hecho antes no importa. Se te valora por lo que viene a continuación”, precisó el técnico que condujo a la squadra azzurra a su cuarto título mundial, mientras escuchaba distraídamente el baile de nombres “anunciados” por la prensa para figurar en su lista de 23.
Algunos, con mucha precaución oratoria, no dejan de resaltar que Cannavaro ya no tiene las piernas de hace cuatro años, y que su experiencia empieza a no serle suficiente. Zambrotta, Grosso y Legrottaglie, por su parte, están viviendo una temporada cuando menos difícil. Gattuso, por último, ya no tiene asegurada la titularidad en el Milan. Por lo demás, sólo Giorgio Chiellini, de 25 años, transmite tanta tranquilidad como Buffon, quien «tiene siete vidas, como los gatos”, según Lippi.
El hecho de que la defensa del Juventus, que consta de cinco titulares azzurri, haya recibido 47 tantos en 32 encuentros (es decir, el 15º lugar entre todas las zagas de la Serie A), tampoco es algo que asuste al seleccionador italiano. “La calidad de un jugador no se mide solamente por la edad o la técnica. El entusiasmo, la experiencia, el carisma, la seriedad, el estar acostumbrado a los partidos internacionales: todo eso se tiene en cuenta. El Mundial consiste en un mes y siete partidos. No es necesario tener obligatoriamente jugadores de 24 años. Si tuviera que afrontar toda una temporada con esta plantilla, probablemente realizaría otras elecciones. Pero para un mes, no supone ningún problema”, consideró.
Además, cuando visten la camiseta azzurra, los jugadores de Lippi parecen revivir una segunda juventud, como demuestra su trayectoria en la fase de clasificación. No en vano, Italia terminó invicta con sólo 7 goles en contra en 10 partidos (2 de ellos contra Chipre en el último encuentro, cuando ya estaba todo decidido).
Lippi-Bearzot, ¿mismo destino?
En el último amistoso de preparación contra Camerún (0-0), en ausencia de numerosos titulares, Lippi aprovechó para ensayar con una defensa de tres, que podría anticipar un 3-4-1-2 o un 3-4-3. «Después del partido, en el que nos faltaban 6 o 7 jugadores importantes y en el que hice debutar a un par de jóvenes, todo el mundo dijo: ‘están lejos de su mejor estado de forma’. Pero eso no importa. No hay que establecer paralelismos con el partido de preparación de marzo de 2006, en el que derrotamos a Alemania con todos nuestros titulares. Contra Camerún improvisamos un equipo para paliar las ausencias. Personalmente, estoy satisfecho con lo que vi”, estimó Lippi.
Los pájaros de mal agüero encuentran también numerosas analogías entre la selección de Lippi y la de Enzo Bearzot, campeona de la Copa Mundial de la FIFA 1982, y que sufrió un batacazo en la edición siguiente celebrada en México. Asimismo, lamentan que el seleccionador no haya tenido en cuenta la señal de alarma de la Copa FIFA Confederaciones 2009, donde Italia cayó derrotada ante Egipto (1-0) y fue arrollada por Brasil (3-0).
Lippi, fiel a su línea de conducta, no tiene en cuenta esas observaciones y prefiere dirigirse a los tifosi: «Los aficionados tienen que confiar en su selección. Vamos a recuperar a todos nuestros titulares, y ya verán cómo Italia estará lista. Es en el mes de mayo cuando empieza la aventura”.
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