Hay cosas que son muy nuestras y que son un verdadero placer, como tomarse una copita de vino mientras se charla con los amigos o una caña bien fresca cuando aprieta el calor del verano. Cualquiera de las dos cosas sabe mejor si se acompaña de algún aperitivo también muy nuestro, como son las aceitunas o el jamón serrano.
Por desgracia, muchos de estos hábitos fueron tachados de poco saludables en el pasado y esto hizo que muchas personas renunciaran a sus placeres favoritos, pero hoy sabemos que, siempre con moderación, estos pequeños placeres no solo no hacen ningún mal, sino que incluso pueden incluirse en una dieta saludable para mantener el peso.
Las aceitunas no engordan
El mito de que las aceitunas engordan viene de que con ellas se hace el aceite de oliva, con gran valor calórico. Pero hoy sabemos que el aceite de oliva virgen es una grasa muy saludable y que ni siquiera cuando se intenta perder peso se debería de renunciar a tomar una cucharadita diaria de este oro líquido.
Lo mismo pasa con las aceitunas, un puñadito diario no solo no es perjudicial, sino que aporta muchas ventajas para la salud. Por no hablar de lo deliciosas que resultan. Y es que, aunque en algunas zonas del país la costumbre sea consumir tan solo aceitunas verdes, hay una gran cantidad de aceitunas diferentes tanto por su grado de madurez, como por el tipo de aceituna o por el aliño. Puedes encontrar una gran variedad de aceitunas en Aceitunas La Huerta 1
La cerveza que acompaña a las aceitunas no es tan recomendable, pero si se toma con moderación también aporta beneficios ya que contiene una gran cantidad de antioxidantes.
El jamón, pura proteína
Si vamos a hablar del vino con jamón serrano lo primero que hay que destacar es que el jamón serrano es una gran fuente de proteínas. La grasa de los laterales no es muy recomendable, pero la que lleva entreverada se puede comer sin miedo. Un par de lonchitas de jamón con un vaso de vino es la dosis recomendable para un aperitivo equilibrado.
El vino ayuda a activar la circulación sanguínea y, especialmente el vino tinto, ayuda a evitar los coágulos. Además, una copita al día ayuda a evitar la formación de células grasas por lo que ayuda a mantener el peso e incluso contribuye a adelgazar.