em

 

 

 

 

 

 

X-Men:Apocalipsis no es  el bodrio que muchos quisieran hacernos creer: es entretenida, tiene actuaciones correctas, maneja un buen ritmo y presenta un par de escenas de acción bien logradas. No obstante, jamás llega a superar a las mejores entregas de la saga (ni a sus principales competidores estrenados este año); el guión es demasiado flojo y la dirección de Singer no es lo suficientemente enérgica como para causar una gran impresión. Quizás ya sea hora de reemplazar tanto a Singer como a Kinberg; el primero, luego de haber dirigido cuatro filmes de X-Men, ya no es capaz de otorgarle demasiada originalidad a la franquicia, mientras que el segundo ha demostrado, entre Los Cuatro Fantásticos y esta película, que no es un buen guionista para cintas de súperheroes. Los X-Men necesitan nuevos genes.