Detectado por primera vez en 2012, el planeta gaseoso WASP-62b solo está siendo estudiado en profundidad por los científicos. El estudio de su atmósfera, publicado en la revista Astrophysical Journal Letters, muestra un planeta gigante sin nubes, que está a 575 años luz de distancia y tiene aproximadamente la mitad de la masa de Júpiter.
El planeta está muy cerca de su estrella, logrando completar su órbita en cuatro días y medio, a diferencia de Júpiter que tarda 12 años en orbitar nuestro Sol. Debido a su proximidad, el planeta ha sido apodado «Júpiter caliente».
A través del telescopio espacial Hubble, se observaron los datos registrados mediante técnicas de espectroscopia para detectar la presencia de sodio y potasio en su atmósfera. Munazza Alam, estudiante del Centro de Astrofísica de Harvard y Smithsonian, que dirigió el estudio, afirma que, aunque no hay pruebas de la presencia de potasio, se detectó sodio.
La conclusión es que el planeta no tiene nubes ni niebla, pues de lo contrario habrían bloqueado completamente la detección de la firma de sodio. «Esto es una prueba de que estamos ante una atmósfera limpia», dice el investigador citado por la Gaceta de Harvard, lo que lo hace bastante raro. Los astrónomos estiman que menos del 7% de los exoplanetas tienen atmósferas limpias. Y hasta ahora, el primer y único planeta con estas características fue descubierto en 2018. Fue bautizado como WASP-96b, conocido como el Saturno caliente.
Este tipo de planetas sin nubes ayuda a entender cómo se forman, su composición química, en el fondo, identificar de qué están hechos. Se ha informado de que el equipo utilizará el telescopio espacial James Webb, cuyo lanzamiento está previsto para finales de año, para estudiar WASP-62b en profundidad y encontrar otros elementos, como la silicona.