Vives la vida como siempre la has vivido a tal punto que nada te importa, pero llega un momento inesperado donde suceden situaciones que tu no has previsto, no las has pensado, ni siquiera la has soñado, simplemente llegan a cambiarte la vida.
Es en ese instante que te detienes a pensar que has hecho en tu vida, como llegaste hasta ese punto. La frustración visita tu mente y te mantiene encerrado en la depresión. La gente dice «siempre hay una luz al final del túnel» sin embargo todavía no llegas ni a la mitad del recorrido y la luz parece no estar.
En ese momento de tormentas es donde muestras de lo que estás hecho realmente. Hay te atreves a decidir si quedarte sumergido en la depresión aún cuando demuestras lo contrario al resto de las personas o aceptar las consecuencias de tus actos y seguir adelante.