Cuando estamos enamorados queremos llegar al siguiente escalón, el matrimonio, estamos completamente seguros de que vivir con esa persona que nos alegra el día con solo mirarla será siempre nuestro soporte en las buenas y en las malas. Pensamos que compartir en una misma casa es más fácil que vivir separados, nos dejamos llevar por el encanto del amor, sin embargo, pasa el tiempo y vamos descubriendo que la rutina acaba por automatizarnos.
Desde el beso de saludo de la mañana o noche, hasta las llamadas frecuentes en el día, no dejan de ser parte de la rutina diaria entre parejas. Son solo costumbres acordadas entre dos, pero ¿existe emoción o sorpresas que hagan distinta esa cotidianidad? La rutina ha causado grandes dudas entre esas parejas que, aparentemente están bien consolidadas ante los ojos de amigos y familiares, los que se atreven a juzgar que los años de ese matrimonio, han sido de completa felicidad.
La rutina y el cansancio llevan al divorcio
La convivencia entre dos personas con carácter diferentes y crianzas distintas, al principio es muy fácil de sobrellevar, estamos enamorados, todo nos parece perfecto, aceptamos opiniones de nuestras parejas y hacemos lo posible por agradarla y complacerla en lo que podemos.
Con el transcurrir de los años, parece que esa magia se disuelve y, empezamos a sentir esa compañía como parte obligatoria impuesta por la sociedad. Vivimos acompañados compartiendo los quehaceres del hogar, gastos de servicios y el cariño de los hijos, si están presentes.
Llegados a este punto es fácil pensar en el divorcio, la erosión de los años en las parejas pasa factura, pero poniendo un poco de nuestra parte no es tarde para arreglar esta situación.
La recurrencia en las mismas actividades diarias, hace que la vida en pareja se torne aburrida para algunos, lo que puede desencadenar decisiones drásticas, llegando a concretarse rupturas del vínculo conyugal. Algunos se acostumbran a la idea de verse o atenderse mutuamente, se sienten responsables uno del otro, pero sin embargo, cansados de tanta monotonía acuden a los engaños con tal de mantener las apariencias.
La falta de comunicación entre los cónyuges o el poco tiempo de ocio compartido, puede llegar a arruinar una relación matrimonial, ¡no te asombres! Las vivencias en pareja, se pueden transformar en una interdependencia, similar a un acuerdo laboral que trabaja en función de diversos intereses en el hogar, muy alejados al romance y diversión que deben estar intrínsecos en el vínculo conyugal, es una sentencia de divorcio fija, para algunos.
¿Eres tú o es tu pareja el más aburrido?
Sentir que das más de lo que recibes, puede ser consecuencia de tu relación contigo mismo y no de la relación de ambos. Examinarte un poco, te vendrá bien si aún quieres mantener en pie tu matrimonio. Es solo cuestión de revisar qué tipo de actividades realizas con tu pareja, que le complace a ella y a ti, o que tienen en común todavía.
Desde este punto de partida y con mucha objetividad, te aseguro que alcanzarán otro nivel en la relación. El aburrimiento viene de la apatía y el descuido que la pareja ha depositado en esa historia de amor. La rutina es asfixiante, cansa y debilita la relación, cada quien debe tomarse su tiempo a solas, repotenciarse para hacer del tiempo compartido lo más agradable, apacible y divertido que se pueda, quizás poco, pero tiempo juntos de calidad.
Reconocer las fallas de ambos y ceder ante los petitorios del otro, no es suficiente, es necesario hacer cambios en la rutina diaria, atreverse y permitirse agregar nuevas actividades que confluyan en la diversión y entretenimiento de ambos, en la liberación de tensión que ocasionan las labores individuales que sin querer llevamos a nuestros hogares. Es posible que así vuelva a ser satisfactoria la compañía de tu cónyuge.
Avivemos la llama del amor con el juego
Por todas nuestras obligaciones o responsabilidades, cuando somos adultos entramos en un mudo de seriedad que, nos impide mantener despierto el niño interno, los juegos pasan a otro plano, ni siquiera entendemos mensajes subliminales que puede estar enviándonos nuestras parejas, invitándonos a divertirnos, por lo que, nuestra relación desemboca en el aburrimiento. ¡Tienes que actuar! Trata de alejar la monotonía del amor.
Con el regreso al juego en pareja, podrás avivar el amor y evadir el aburrimiento mientras compartes con tu cónyuge en actividades lúdicas que devuelvan la diversión mientras compiten sanamente. Los tableros, cartas y fichas variadas de colores, son perfectos para empezar a disfrutar en conjunto.
Los típicos juegos de mesas han venido recreando al ser humano desde hace muchos años, y existen representaciones muy modernas acordes a la realidad que puedes poner en práctica en pareja. Una buena opción para entretenerse en pareja es el juego de mesa Amor con Palabras, creado especialmente para el matrimonio.
Basado en una serie de preguntas que te harán descubrir que conflictos individuales tiene cada uno respecto a la convivencia en pareja, tal vez trivialidades domésticas que no se atreven a conversar, o quizás algunos problemas mayores para los cuales han pospuesto las soluciones y no se han dado.
La idea del juego “Amor con Palabras”, es que de una manera lúdica se desplieguen preguntas relacionadas con el matrimonio, que conllevan a una rivalidad agradable, de descubrimientos, que sirven para aclarar dudas y tal vez, viejas molestias, mediante la conexión íntima que se genera mientras juegan.
¿Cuál es la dinámica del juego?
Viene con 100 barajas que tienen preguntas y respuestas preparadas específicamente para indagar sobre el presente, pasado y proyecciones futuras que tienen los dos participantes permitidos en el juego. Las temáticas que se abordan en los diálogos propiciados por las preguntas de las tarjetas, van relacionadas con el amor primordialmente, sentimientos ocultos, deseos y hasta el dinero.
Acondiciona el espacio ideal para empezar a jugar con tu pareja, luego debes remover las cartas y alguno de los dos seleccionará una de ellas, te sugiero que tires los dados para determinar quién empezará. Luego deben leer la pregunta que aparece en la tarjeta, tendrás que responder en un tiempo prudencial, pero no te preocupes, tienes 20 cupones que puedes canjear con tu contrincante hasta una semana después del inicio del juego. ¡Diviértanse y aviven la llama del amor!
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