Tu amor es el mejor regalo que puede recibir en el mundo, muchas en veces cuando acostado en mi cama estoy me pregunto que bueno he de ver hecho para merecerlo. Por eso siempre deberé cuidarlo, guardándolo en mi corazón, defendiéndolo, aunque la vida me cueste, honrarlo, a costa de todas las tentaciones y con todos mis actos, viviéndolo, cada momento y cada minuto, y no olvidándolo, pero sin olvidar todo aquello que pasó y hoy lo hace mas fuerte que ayer. Todo eso es amar, eso y mucho más. Por eso no entiendo, porque amar está de moda, si es tan difícil, que pocos realmente saben su significado y de ese poco, solo la minoría tiene la oportunidad de vivirlo realmente como debe ser. Porque se ama hasta con los dientes, eso lo deben saber muy bien!!!

Entre todo ese mar de gente, alcancé a divisar algunos rostros familiares en la multitud, tal es el caso de: Kathia, Kevin, Mariuxi, Karina; entre otros que no recuerdo y algunos tantos de los cuales no deseo acordarme. Pero ellos eran especiales, no los consideraba parte del montón.

Pero de pronto todo cambió… intercambio de paralelos. ¡No por favor! Era lo único que faltaba en ese momento para completar el patético cuadro de mi inicio magistral a clases, aunque debo admitir que fue una especie de liberación y cambio de ambiente.

Y fue así como llegue al novísimo 2º curso B, tierra desconocida, un ambiente totalmente nuevo, mientras avanzaba decidido por el pasillo principal de aquel aula a la cual fui asignado tardíamente. Un gran abucheo se escuchó en la clase, era claro que ni para mí, ni para alguno de ellos era agradable que yo estuviese ahí.

Me senté en el 1er puesto vacío que alcance a divisar: 1era fila, 3era columna. ¡Oh sorpresa! Mi dirigente seria un profesor ya conocido Víctor.

En este nuevo ambiente sucederían cosas que yo jamás me imaginé y entre esas está el haber conocido a Héctor Manuel, quien si lugar a dudas estará muy presente durante todo este relato.

Y fue cuando por medio de él, conocí a Cindi Melissa y desde ese momento mi vida cambió rotundamente. Y es en esta parte del relato donde debo tomar un respiro para poder continuar, porque está colmado de sentimentalismo y fuertes emociones.

No recuerdo si me cambiaron o no de puesto, pero me sentaron cerca de ella y para juntar la pandilla estaban Sheyla Dianniela, José Ricardo, Antonio y Xavier; Héctor Manuel se sentaba un poco mas aya, pero estaba relativamente cerca. Y yo ahí, yacía inerte entre ellos, ya que para mi eran seres total y absolutamente nuevos, pero quien desde un principio se mostró más sociable que todos fue Cindi…

Anoche, mientras me disponía a dormir, pensaba en todo el tiempo que hemos estado juntos. Recordé cada uno de los momentos que he vivido contigo, pero lo más lindo, es que recordé solamente aquellos que son buenos. No sé si obro bien al recordar solo aquellos en los cuales me llenabas de felicidad. ¿Será que he olvidado lo malo? o ¿ya he aprendido a tomar lo bueno de aquellas cosas malas que suelen pasar y convertirlas en una lección de vida?…
Puedo asegurar con total franqueza, que mi amor por ti está cada día mas fuerte y presente, no hay miedos, ni rencores; solo agradecimiento, felicidad y sobre todo, hoy totalmente convencido de lo que digo, puedo decir que te veo en cada aspecto de mi vida y que mis planes sin ti no tienen pie ni cabeza y mi vida ya no es mía, porque toda te la he entregado. Nuestro amor comenzó hace ya algún tiempo, pero ¡no tiene final!…

Hoy muchos años después de que todo esto sucediera, me atrevo a relatar las cosas maravillosas que he vivido. Ojala les sirva de inspiración a muchos o les hará reflexionar acerca de muchas cosas, porque estoy muy seguro que se identificarán con todas aquellas situaciones que relataré a continuación. Pero mi inspiración mayor es relatar como llegue a conocer al ser más lindo del planeta, su nombre ahora no importa, seguramente algunos después de leer estos capítulos de mi vida, seguro adivinarán su nombre.

Voy a empezar contándoles mi vida. Todo empezó un día, el primer día de 2º curso, o esperaba que todo fuese igual que todos los años anteriores: buenas notas, ganar un premio al mérito, ser un buen estudiante y los mismos compañeros que me había acompañado desde la primaria. A algunos de ustedes esto les debe parecer asombroso y perfecto y a otros un poco aburrido porque el estudio no es lo suyo; pero sin embargo para mí era lo más genial del mundo. Y para ser sincero mi vida no era tan llena de fiestas que digamos, porque siempre mantuve un perfil bajo en el colegio.

Recuerdo aun claramente ese primer dia, cuando aun mi joven mente divagaba y tan ávida de conocimiento, buscaba respuestas a las más grandes interrogantes, era un dia bello, despejado, el sol brillaba con una fuerza sin igual pintándolo todo de aquel amarillo sin par.

En la colegio, todos con sus uniformes relucientes, bien peinados, inspirados; era el primer día, por lo menos ese día hay que empezarlo bien ¿no lo creen así?

La atmósfera era propicia para que se den todo tipo de conversaciones, comentarios y risillas de mis estúpidos y queridos compañeros en el patio central de secundaria. Seguramente chismorreaban de sus viajes, de todo lo que habían comprado durante ellas y sobre todo de lo mucho que habían disfrutado su tiempo libre; en fin, de todo aquello que las personas superficiales y sobre todos chiquillos de esa edad podían y disfrutaban comentar…