Author:
• viernes, abril 16th, 2010

Entre todo ese mar de gente, alcancé a divisar algunos rostros familiares en la multitud, tal es el caso de: Kathia, Kevin, Mariuxi, Karina; entre otros que no recuerdo y algunos tantos de los cuales no deseo acordarme. Pero ellos eran especiales, no los consideraba parte del montón.

Pero de pronto todo cambió… intercambio de paralelos. ¡No por favor! Era lo único que faltaba en ese momento para completar el patético cuadro de mi inicio magistral a clases, aunque debo admitir que fue una especie de liberación y cambio de ambiente.

Y fue así como llegue al novísimo 2º curso B, tierra desconocida, un ambiente totalmente nuevo, mientras avanzaba decidido por el pasillo principal de aquel aula a la cual fui asignado tardíamente. Un gran abucheo se escuchó en la clase, era claro que ni para mí, ni para alguno de ellos era agradable que yo estuviese ahí.

Me senté en el 1er puesto vacío que alcance a divisar: 1era fila, 3era columna. ¡Oh sorpresa! Mi dirigente seria un profesor ya conocido Víctor.

En este nuevo ambiente sucederían cosas que yo jamás me imaginé y entre esas está el haber conocido a Héctor Manuel, quien si lugar a dudas estará muy presente durante todo este relato.

Y fue cuando por medio de él, conocí a Cindi Melissa y desde ese momento mi vida cambió rotundamente. Y es en esta parte del relato donde debo tomar un respiro para poder continuar, porque está colmado de sentimentalismo y fuertes emociones.

No recuerdo si me cambiaron o no de puesto, pero me sentaron cerca de ella y para juntar la pandilla estaban Sheyla Dianniela, José Ricardo, Antonio y Xavier; Héctor Manuel se sentaba un poco mas aya, pero estaba relativamente cerca. Y yo ahí, yacía inerte entre ellos, ya que para mi eran seres total y absolutamente nuevos, pero quien desde un principio se mostró más sociable que todos fue Cindi…

Category: Personal
You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.
Leave a Reply