Un gran cambio en la guerra naval ocurrió con la introducción de los portaaviones. Primero en Tarento y luego en Pearl Harbord, el portaaviones demostró la capacidad que tenía de atacar a los buques enemigos que se encontraban fuera de la vista y a gran distancia de su posición. Al final de la Segunda Guerra Mundial, el portaaviones era el buque de guerra dominante en las armadas poderosas.
Los portaaviones permiten la proyección móvil del Poder Aeronaval en cualquier parte del mundo. Continue reading »
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