Apóyate en los recursos literarias

Tus herramientas más poderosas para lograr adentrarte en la psiquis de tus lectores, son los recursos literarios porque te permiten describir emociones y sentimientos sin imágenes, activan la imaginación del lector para recrear tu historia tal como es percibida por ellos. ¿Cómo mejorar para escribir? Una forma de hacerlo es comprar novelas y fijarse en los distintos estilos de los autores.

De esta manera, describe el paisaje con algo más que palabras comunes, se trata de embellecer los paisajes y las manifestaciones de ira, llanto, sorpresa, alegría, ansiedad, miedo, tranquilidad o frustración.

Por ejemplo, “cuando entendí que lo perdería para siempre se paralizó por completo mi respiración y caí a un precipicio sin fondo con los brazos colgados sin fuerzas para buscar una esperanza para sostenerme y tratar de avanzar a la cima aferrándome a cualquier saliente que me proporcionara una oportunidad para recuperarte, me vi morir en vida”

Un grito sin adjetivo son solo dos palabras

Efectivamente, no es lo mismo escribir que “María escuchó un grito desgarrador que le aceleró los latidos al punto de confundir su sonido con lo que estaba escuchando” que “María escuchó el grito “.

La primera oración le agrega un sentimiento de miedo y dolor a ese simple grito que se menciona en la segunda.

Algo más que símiles u onomatopeyas

Si eres de los que no se arriesga a usar algo más que símiles u onomatopeyas, procura arriesgar a ir más lejos e incluir las humanizaciones, hipérboles e hipérbaton.

Muchas personas recuerdan los personajes por las asociantes que se hacen empleando una hipérbole, por ejemplo: “Carlos era tan largo como la mata de coco que tenía la abuela en el patio de su casa”

Debe incluirse de forma causal

Ciertamente, no se puede forzar la inclusión de un recurso literario debe incluirse de forma causal, debe tener una causa, como en el caso de la elipsis para evitar la repetición innecesaria de una palabra para dar sentido a lo que estas contando en tu historia, por ejemplo:

“Sara tenía la sonrisa más inocente que puedes imaginarte, Sofía tenía la más forzada”

Nota que no tuviste que repetir la palabra sonrisa para que ambas oraciones tengan el sentido que quieres darle.