Cuando pensamos en la Navidad en Madrid, a todos nos viene a la cabeza el mercado navideño de la Plaza Mayor, un lugar del que todo el mundo guarda un buen recuerdo. En este articulo les contaremos unas curiosidades históricas que les encantarán.
El Mercado de Navidad de la Plaza Mayor lleva años haciendo las delicias de propios y extraños. Recuerda más a un carnaval que a la Navidad, con bromas mezcladas con productos navideños. Sin embargo, siempre está en consonancia con el carácter festivo y alegre de estos días.
Sin embargo, los productos que se vendían en los mercados navideños originales eran ligeramente diferentes a los que se ven hoy en día. Estos productos pueden recordarnos a las tradiciones norteamericanas, pero nada más lejos de la realidad. En vísperas de la Navidad, la Plaza Provincia, cerca de la Plaza Mayor, y las plazas circundantes se llenaban de vendedores de pavos y pollos vivos que venían directamente de las granjas, ofreciendo los mejores ejemplares a los clientes que querían llevarlos a la mesa.
Ya en el siglo XVII se celebraba en la plaza de Santa Cruz un mercado navideño en el que se vendía carne, verduras, frutas y, en menor medida, joyas, flores y regalos. El mercado tuvo un gran éxito y creció en tamaño a lo largo de los años. Se decidió entonces instalar un mercado en la Plaza Mayor y hacer un arreglo para reunir a todos los comerciantes navideños.
La Navidad llegó a la Plaza Mayor…
A principios del siglo XX surgieron los mercadillos navideños, que dieron vida y color a la Navidad en la Plaza Mayor. Además de los productos tradicionales (pavos, pollos, mazapanes de Toledo, especialmente turrones de Alicante, frutos secos, confitería, guirnaldas, etc.), había puestos con belenes, panderetas, zambones y chistes, y más tarde abetos, muérdago y musgo, y todo tipo de adornos navideños. El acto tuvo lugar en el centro de la ciudad.
Los vendedores tenían que solicitar un permiso para vender tras pagar una tasa, que se fijaba de la siguiente manera.
Por cada metro cuadrado o fracción en la Plaza Mayor, Calle Ciudad Rodrigo, Plaza de Zaragoza y Plaza de Santa Cruz: 5 pesetas Por una bandada de pavos en la Puerta Serrada: 6 pesetas Por trabajadores industriales que expongan mercancías o artículos delante de sus tiendas para despachar en esta época del año: 10 pesetas.»
Los pavos y otras aves introducidos en la capital fueron examinados por inspectores especializados del Cuerpo Veterinario. Un rebaño no podía superar las 40 aves, y la distribución de aves estaba prohibida y sólo se permitía para el transporte directo necesario desde la estación hasta el lugar de venta.
Siglo XX.
El Mercado de Navidad fue interrumpido por la Guerra Civil, pero una vez finalizada, se reactivó con más puestos y una mayor variedad de productos, para deleite de los compradores que se quedaban más tiempo en los puestos.
En 1944, el Ayuntamiento de Madrid decidió dejar de vender alimentos y destinar el mercado exclusivamente a artículos de decoración y regalo. Se decidió unificar la estética de los puestos, que eran diferentes entre sí, y no se cambiaron hasta principios de los años cincuenta.
En 1960, se inició la construcción de un aparcamiento subterráneo en la Plaza Mayor y el mercado se trasladó a la Plaza Santa Ana.
En 2008, el Ayuntamiento decidió separar los artículos de Navidad y de broma, y a partir de ese año se vendieron en las Plazas de la Provenza y de la Cruz. Los coloridos sombreros, pelucas, máscaras y artículos de broma hacen las delicias de hombres y mujeres de todas las edades. Las cabañas están decoradas para que parezcan pequeñas casas de madera en las montañas, creando un ambiente más agradable y navideño.
Todos los años, lugareños y visitantes acuden al mercado navideño para ver las nuevas decoraciones, comprar artículos de broma, decorar belenes y árboles de Navidad, y comer deliciosos bocadillos de calamares.
Y Chencho está perdido…
Visitar la Plaza Mayor es ya un clásico, pero más recientemente nos recuerda uno de los iconos cinematográficos de Madrid asociado a la Plaza Mayor en Navidad: la película La Gran Familia, de 1962, que dio a conocer a muchas familias el mercado navideño más clásico de Madrid.
Y este año… ¿Ya está pensando en qué comprar? No hay que perderse una cita navideña en la Plaza Mayor.
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