San Petersburgo es la segunda ciudad más grande de la Federación Rusa, fue fundada por el Zar Pedro el Grande y fue la capital del Imperio Ruso durante más de doscientos años. Está situada a orillas del Río Neva, cerca del Golfo de Finlandia, en el mar Báltico, y dispone de más de cinco millones de habitantes.
De todas las ciudades con más de un millón de habitantes, San Petersburgo, es la que está más al Norte, y el calificativo de «ciudad boreal”, suele ser empleado para referirse a ella; además, es uno de los mayores centros culturales de Europa.
En San Petersburgo hay muchos monumentos, museos, teatros, palacios y catedrales, siendo algunos de obligada visita, como la Catedral del Salvador de la Sangre Derramada, construida en el mismo lugar donde el Zar Alejandro II fue asesinado en 1881. Es un edificio construido en el estilo ruso medieval clásico, con las torres decoradas en oro y piedras preciosas.
Otro de los templos de visita obligada es la Iglesia de la Resurrección de Cristo, que estuvo cerrada desde la década de 1930, y escapó a la demolición por poco. Actualmente está en proceso de recuperación y su interior está decorado con piedras de mármol, aunque todavía alberga un museo.
San Petersburgo creció en las orillas del río Neva, sobre cientos de islas. Los puentes son bellas obras arquitectónicas y maravillosos puestos de observación sobre la ciudad.
El puente Anichkov es conocido como el Puente de los Caballos, porque en cada una de las cuatro extremos se encuentra una escultura de caballos en diferentes posiciones.
El puente de Alejandro Nesky, el más grande de la ciudad, fue construido en la década de 1960, para hacer la conexión entre el barrio Malaya Okhta y el centro de la ciudad.
Sin embargo, es de mencionar que durante los meses de verano, los puentes son levantados hasta las 5 de la mañana; debido a la entrada de las embarcaciones de gran porte.
Visita San Petersburgo y disfruta de las maravillas que vas a encontrar.