Cuando de hacer voluntariado se trata se debe tener ciertas características, una de ellas es tener un espíritu luchador, esto es vital porque se necesita mucho coraje y valor para cambiar un estilo de vida turístico por el de servir a otros según cooperating volunteers.
El voluntariado es una forma de ayudar a los demás sin recibir nada a cambio, pero realmente si recibes, no material pero si espiritual. Ver la sonrisa de un niño al ver que otra persona completamente extraña para él lo ayudo, entender que el mundo cambia si tu cambias, el poder dar un poco de tu vida, de tu experiencia, de tu energía a otros es una recompensa que pocos reconocen y disfrutan.
La ayuda es reciproca, cuando viajas a hacer voluntariado realmente lo que se esconde es un ayuda interior que tú mismo te estás dando, es entender y comprender el mundo que vivimos fuera de tu burbuja, fuera de lo que dice internet o los medios de comunicación. Es ver y vivir el mundo real, y esto traerá para ti un gran avance emocional, te ayudara a elevar tu conciencia y poder replicarlo a otras personas.
Lleva cada experiencia y vivencia a cada rincón de tu vida, invita a otros a ser parte de esta
realidad mundial la cual es una forma de ayudarlos, difundir que sucede en estos lugares,
porque están en esas condiciones, que los levo a estar así.
Hacer voluntariado debe ser un medio de ayuda compartida.
La ayuda compartida es cuando el beneficio es mutuo, es decir, cuando sales a otras fronteras con la intención de ser parte del cambio mundial y ayudas a otros a estar mejor ya existe una ayuda previa que es hacia a ti. Esto se puede entender como la mejor manera de ayudarme es ayudando a los demás, muchos creen que salir a hacer voluntariado se trata de resolver problemas de otros pero realmente el principal problemas que se está resolviendo es el tuyo.
El comienzo del cambio se aprecia cuando tú decides hacerlo, salir de tus comodidades y viajar para encontrarte con tu otro yo, ese que permaneció escondido largo tiempo por miedo, por el que dirán o por simple egoísmo. Todos tenemos el don de ayudar, el detalle está en que no sabemos aflorarlo y este es un medio o alternativa de cómo hacerlo.
Viajar por el mundo ofreciendo ayuda verdadera y sincera, con amor, dedicación,
responsabilidad es la mejor forma de sacar el don de servir, pero esto no debe convertirse en una obsesión. El ser humano es muy complejo y por eso debe tomar las cosas con mucha calma y conciencia. Ayudar a otros significa sentirse bien consigo mismo, el cambio es mental, el cerebro es un órgano que puede ser moldeado para afrontar retos, pero evita que estos cambios perjudiquen tu vida personal.
El cambio comienza al hacer voluntariado.
No podemos pretender cambiar si seguimos haciendo lo mismo todos los días. El verdadero reto es afrontar las realidades y que no todo gira en torno a ti, el mundo da muchas vueltas y conocer realidades alternas a las tuyas o a las que ves por internet es una forma de entender que necesitamos cambiar.
Hacer voluntariado internacional no es otra cosa que cambiar mi estilo de vida por uno que realmente valga la pena, pero sin caer en el extremismo, ya que el cambio no seria para bien sino todo lo contrario.
Pensemos un poco en el voluntariado internacional como un medio de ayuda para ambos
actores, el que la recibe y el que la ofrece. Ambos son miembros activos del planeta por ende ambos deben ser parte del cambio.