Para todos, novatos o no, dentro y fuera ESPOL.
Difusión 2011.05.11.
Se presenta a consideración de la comunidad universitaria de habla hispana la traducción y adaptación lingüística al español del resumen “ampliado” del artículo “La Universidad Moderna de América y su liderazgo, los roles y responsabilidades” de Robert A. Scott, Presidente de Adelphi University, Garden City, NY.
El resumen referido fue escrito por su autor para la eNewlsetter TP y para los fines arriba anotados fue tomado de:
http://cgi.stanford.edu/~dept-ctl/cgi-bin/tomprof/posting.php?ID=1064
Quienes se interesen por el artículo completo lo pueden acceder desde «On the Horizon», Volume 18, Issue 4, (Fall 2010), pp. 294-307.
El trabajo de poner y adaptarlo al español de lo referido fue realizado por la Srta. Arianis Riofrío Díaz, estudiante novata 2011 i (carrera de INGENIERÍA QUÍMICA) de la ESPOL.
CONTENIDO
LA UNIVERSIDAD AMERICANA MODERNA: UNA HISTORIA DE AMOR
De Robert A. Scott, PRESIDENTE de Adelphi University, Garden City, NY, USA.
“¿Por qué «HISTORIA DE AMOR»?
Conozco lo suficiente a la EDUCACIÓN SUPERIOR para la admiración; lo profundamente como para la angustia, y lo bastantemente seguro, como para anticipar un futuro positivo.
Si bien hay muchos elementos que lamentar, creo que hay razón para creer en el idealismo que ha impulsado, por milenios, el deseo de aprender en grupos, el constante compromiso a la relevancia, ha sido la esencia de la trayectoria en la Educación Superior de América.
Las universidades modernas americanas llevan en sí el ADN de una institución histórica que cumple tres roles críticos y centrales en la sociedad:
• Es guardiana del pasado, la memoria de la sociedad, ya sean grabados en tinta, barro, latón, o bases de datos;
• Es creadora de lo nuevo, ya sea desde un porta objetos para microscopio o una nueva síntesis de teorías sobre los fenómenos sociales; y
• Es crítica de la situación actual, esto al estar en la periferia de la sociedad, haciendo preguntas relacionadas con el trato justo, la justicia, la equidad, y un «¿QUÉ PASARÍA SI?».
Esta institución única que tratamos mantiene una alianza entre quienes la forman y el público que le da su constitución, principal activo de cada establecimiento. El profesorado puede ser el corazón, los estudiantes el alma, pero la licencia para otorgar títulos y certificados es lo que le da talla a la institución, en términos de credibilidad, pertinencia y viabilidad en la edad moderna.
Los colegios y las universidades americanas han evolucionado y desarrollado, desde una institución dedicada a la preparación y la perpetuación de la clase élite de profesionales hacia una institución acogida por responsables políticos para promover la movilidad social, el desarrollo económico, medicamentos que salvan vidas, materiales inteligentes que se auto-corrigen, cultivos sin agua, técnicos de todo tipo, y aprendices de por toda la vida.
Las universidades son a la vez «EMBAJADORAS» cuando dan la bienvenida a estudiantes de otros países, y son “EXPORTADORAS” de quienes educan a personas de todo el mundo que regresarán a sus hogares.
Los diplomados universitarios, sin importar su origen socioeconómico, tienen menor desempleo, mayores ingresos, cometen menos delitos, y tienen una mayor probabilidad de hacer participación ciudadana.
Las universidades son fuentes de progreso intelectual, programación cultural, entretenimiento e instalaciones de propósitos públicos.
Tres temas son los que han sido predominantes en la Universidad Americana desde hace varias décadas, en los que se incluyen el acceso, asequibilidad y rendición de cuentas (o evaluación).
Si bien el acceso universal no es una realidad, el acceso masivo si lo es. Las universidades son vehículos para rehacer la sociedad. Las universidades son instituciones comprometidas con la transformación de vidas a través del desafío intelectual y compromiso social. No son como una escuela de comercio, que vive haciendo hincapié en las transacciones, su «cómo».
En la misión de universidad americana se contempla su compromiso para avanzar en el conocimiento, en las destrezas, habilidades y valores que comprometen a la formación de ciudadanos capaces de llevar a cabo una amplia variedad de tareas y metas.
Para el individuo en sí, se pretende que la educación universitaria sea una inversión de por vida, no un gasto para un año. Está diseñado para preparar a los estudiantes no sólo para un trabajo, sino también para una serie de carreras, para llevar una vida enriquecida, incluso mejora las oportunidades de tener riqueza.
En el caso que una Cámara de Comercio, que se encuentre dedicada a la planificación estratégica, quisiera comprometer a una entidad que reclute a trabajadores altamente calificados, recursos humanos que se relacionen con la comunidad, que sus actividades sean sensibles al medio ambiente, que contribuyan a la economía y cuyos resultados finales sean aquellos de los que todos puedan estar orgullosos, ellos contratarían a una universidad.
La Educación Superior es una empresa diversa, con colectivos de múltiples tipos, estudiantes de varios países y grupos socioeconómicos, religiosos y étnicos, docentes con diversos orígenes, desde la academia pura a los que han cambiado de carrera en múltiples ocasiones; personal que se ha dedicado a la empresa y, sabiendo que el papel del profesorado es central, participan sin embargo en una organización metafórica de “señores, escuderos y labradores».
La Educación Superior es una empresa diversa que cuenta con un plan de estudios que ha evolucionado con el tiempo, que brinda énfasis en las disciplinas clásicas del lenguaje y el razonamiento en las nuevas disciplinas, como los bienes raíces y el manejo de emergencias, etc.
Hay evidencias considerables que indican que muchas empresas quieren graduados con habilidades específicas tales como la contabilidad, pero la gran mayoría de los empleadores quieren empleados con un amplio conjunto de destrezas y habilidades, con más énfasis en una efectiva comunicación oral y escrita, pensamiento crítico y razonamiento en múltiples contextos, y la capacidad de ser imaginativo a través de las fronteras culturales.
Al mismo tiempo, un número creciente de estudiantes dice que quieren desarrollar una «filosofía significativa de la vida,» y no sólo estar «bien financieramente». Ellos quieren seguir con pasión el camino que conduce a la satisfacción personal y cumplimiento así como la comodidad material. En otras palabras, quieren un curso de estudios que combine lo que los empleadores quieren y lo que ellos quieren.
Hay un pero, ¿Qué deberían de estudiar?
El camino elegido debe incluir la preparación para una vida plena como profesional, ciudadano y miembro de familia, y además para un trabajo que tenga significado y proporcione satisfacción. Este tipo de educación tiene tanto que ver con el carácter y el comportamiento ciudadano, ya sea que se trate de carreras y/o comercio.
Una manera de pensar acerca de la pregunta anterior es reflexionar sobre temas de actualidad y preguntarnos qué lecciones hemos aprendido.
Un examen rápido de los últimos años demostraría que muchas personas, incluso en funciones sofisticadas carecieron de conocimientos de Historia o de Análisis Histórico, y no tenían donde personalmente o profesionalmente colocar temas contemporáneos. Así, la HISTORIA es un tema esencial, especialmente si hemos de entender las diferentes maneras en que las personas “saben” la verdad y como desafían asunciones y validan las afirmaciones.
La segunda área a desarrollar en la Universidad es la de la imaginación. Parece claro en retrospectiva que incluso las personas de alto perfil que confrontaban nuevos problemas sin la capacidad de ver las conexiones entre las diferentes variables, no podían visualizar o pronosticar direcciones, no podían acercarse a los problemas con creatividad.
Las personas recién referidas no habían desarrollado la capacidad de cuestionar, investigar, experimentar el descubrimiento, mirar, ver y preguntar. Estos son los beneficios de una educación que libera a los estudiantes de sus orígenes provincianos, de los prejuicios disfrazados de principios sin importar su nacionalidad, nivel socioeconómico, edad o religión, y utiliza diversos métodos, incluida desde la experimentación a la enseñanza.
Ellos y nosotros, crecimos en su mayoría aislados, dos generaciones, comunidades de mono-culturales, y tenemos poca experiencia con los que algunos piensan que son el «otro». Ellos carecen de una perspectiva global.
Al usar las anteriores reflexiones como guías, los estudiantes y familiares deberían buscar programas académicos que tengan una base sólida en materias generales y ciencias, y que le brinden al estudiante la oportunidad de dominar un tema de manera suficiente como para tomar una profesión, ya sea directamente después da la graduación o después de la Escuela de Posgrado; y que gane una red de estudiantes, amigos y ex-alumnos, la misma que pueda convertirse en «vínculos» de por vida tanto en sus carreras como vida social. Ellos prepararán una carrera, mientras se preparán para ganarse la vida.
En cada uno de estos casos, el objetivo es liberar a los estudiantes, convertirlos en ciudadanos curiosos, articulados, activos, ciudadanos éticos, capaces de considerar los niveles más sofisticados de la abstracción, sacar conclusiones a partir de premisas, que pueden ir desde lo universal hasta lo especifico, no sólo para participar en una serie de transacciones (como si la educación fuera una mercancía) sino seleccionar la respuesta correcta y entonces le garantizamos un crédito o certificado.
Un acercamiento a este tipo de EDUCACIÓN es concebir los cursos iniciales en términos de tres grupos SUPERPUESTOS de disciplinas y temas. El primero se refiere al mundo que «conocemos» desde el nacimiento y la infancia: la naturaleza, ciencia, investigación científica. El segundo se refiere al mundo el que, como humanos, “hacemos”: literatura, historia, economía, etc. El tercer grupo concierne a los sistemas de pensamiento por los cuales mediamos entre el mundo que conocemos y el que hacemos: por ejemplo, la ley, moralidad, ética, filosofía.
Ahora, el hombre cínico preguntará, ¿Qué proporción de la población que va a la universidad es capaz de tomar ventaja de los enfoques referidos en EDUCACIÓN?
Bueno, ¿Por qué limitar estos enfoques a los años finales de la adolescencia? ¿Por qué no ponerlos a disposición de cualquier persona, en cualquier momento?
A continuación, la pregunta sería, ¿Cómo podemos acceder a los enfoques recién referidos?
Bueno, el PROFESOR no tiene que ser un docente de una universidad de investigación, donde aquellos con una gran trayectoria esperan les suban una significativa porción de su compensación en subsidios federales o aumentos corporativos cada año.
Tenemos muchos ejemplos de profesores bien preparados para esta forma de educación, pero se desvían de la enseñanza debido a un sistema de recompensas conformado en el modelo de universidad de investigación. Sabemos bien de los beneficios de una educación general en términos de las carreras y ciudadanía.
Históricamente, se consideraba como un bien público, con beneficios públicos. En los últimos años, como parte de una tendencia general, la noción del beneficio «público» ha sido reemplazada por el valor de la ganancia «privada», además cambiando así una tradición de 200 años en los Estados Unidos.
Esta forma de educación liberadora requiere pequeñas comunidades de aprendizaje, incluso en grandes campus. Se trata de la prioridad y la voluntad política más que de dinero. Los modelos y las misiones importan. El enfoque y el carácter distintivo hacen la diferencia.
¿Ha sido la versión idealizada de educación liberadora realizada alguna vez?
Probablemente, para algunos pocos estudiantes durante un período relativamente breve. Para la mayor parte de sus más de 1000 años de historia, la educación “universitaria” ha sido diseñada para preparar profesionales de elite, incluyendo el clero y médicos.
Incluso, durante el apogeo de la Educación Superior después de la Segunda Guerra Mundial, lo que se llamó artes liberales eran en su mayoría cursos introductorios diseñados más para preparar a los mayores a cursar estudios de posgrado, en vez de para liberar las mentes y preparar ciudadanos en un ámbito general.
Pero esto no niega el valor del ideal, cuya lógica es poderosa. Entonces, las preguntas incidentes son: ¿Cuáles estudiantes son los más adecuados para este tipo de educación, y en qué etapa de la vida? ¿En qué instituciones puede ser proveída ese tipo de educación?
Si bien sólo una pequeña proporción de los alumnos estudian en campus residenciales, cuya misión es paralela a esta visión, esto no quiere decir que los elementos de este enfoque no se pueden proporcionar a todos.
¿Cómo?
Considere lo siguiente: los elementos básicos de las discusiones en pequeños grupos centrados en cuestiones fundamentales de significado se pueden basar en la historia de las artes, la literatura, la política y ciencia.
Y la promoción de enfoques imaginativos para conocimiento general y específico, destrezas, habilidades, valores, son ofrecidos en una combinación de lugares. Estos incluyen seminarios, conferencias y acercamientos en línea, tales como «mezclas» de cursos, visitando universidades de todo tipo, organizaciones comunitarias y programas de educación para adultos.
El profesorado en tal ajuste serían más como los profesores en la década de los 50s. Las personas con antecedentes multidisciplinarios, como David Riesman y Shulman Marshall, los intelectuales, escritores y profesores que en lugar de únicamente enfocarse como especialistas, se han convertido en un modelo de conducta. Son estos últimos, los que dicen que pueden comenzar su «trabajo» cuando los estudiantes se han ido.
Los laboratorios, bibliotecas, galerías y museos se pueden encontrar en las universidades, escuelas, comunidades y empresas tanto como entidades integradas así como separadas. Una mayor coordinación entre estas instituciones y organizaciones puede resultar en una mayor eficiencia y reducción de los despidos.
Los nuevos enfoques hacia los objetivos de la socialización ya están realizándose en las universidades con grandes poblaciones, porque las mismas conocen que esa «unión» conduce a una mejor retención, éxito y graduación de sus alumnos.
Los clubes y organizaciones ya replican sus estructuras paralelas en comunidades amplias, de tal manera que el Club Rotario, El Club de Leones, Alpha Phi Alpha, y Links pueden incluir a estudiantes “universitarios” en calidad de miembros activos, proveyendo los resultados que buscan las organizaciones en los campus.
En otros países, los equipos deportivos de la ciudad proveen oportunidades a los atletas aficionados de las universidades, excluyendo de esta manera los costos, cada vez mayores, por una pequeña proporción de participantes universitarios. De esta manera, lo “ideal” se puede proporcionar a poblaciones mayores de estudiantes, incluso sin importar que los residentes universitarios se incrementen en número.
Con ejemplos tratados como posibilidades, ¿Qué hay en el horizonte de la Educación Superior Americana?
¿Habrá acaso tanto cambio en los próximos 60 años como el que hemos tenido desde la primera G.I. Bill* («Servicemen’s Readjustment Act«)?
* “G.I. Bill es una ley aprobada en junio de 1944 por el gobierno de los Estados Unidos, en beneficio de los soldados estadounidenses que combatían entonces en la Segunda Guerra Mundial, con el fin de proporcionar a los soldados desmovilizados un mecanismo legal que les permita acceder a financiamiento de estudios técnicos o universitarios, junto con una pensión que les permita subsistir por un año; esta norma también otorgaba a los soldados facilidades en conseguir préstamos de dinero para adquirir viviendas o iniciar un negocio por cuenta propia”. – Wikipedia.
¿Experimentaremos tal vez en los próximos 150 años un cambio similar o mayor al que fuimos sujetos después de la creación del Estatuto de Donación de Tierras de Morril?
En ambos casos, los cambios radicales en estructura, ofertas, reclutamientos, servicios, gobernación y financiamiento de colegios y universidades ahora se aceptan como la norma.
Otras características de la Educación Superior ya tienen un siglo de antigueda. Aun así, pareciera que la separación de las credenciales y el currículo, sumado a la competencia para certificar credenciales y sociedades estratégicas entre campus y compañías, conllevará inexorablemente a nuevas oportunidades para que la educación sea flexible, conveniente, accesible, a tiempo, relevante, certificada y sirva para entrenar a la gente en maneras que no imaginamos ahora, pero construidas en fundamentos ahora visibles.
Ésta es mi “HISTORIA DE AMOR” acerca de la EDUCACIÓN SUPERIOR.
Tengo admiración en abundancia, conllevo angustia por lo por lo que yo percibo como violaciones a los fondos públicos básicos que las instituciones requieren, y sobre todo expectativas a los cambios que conllevan un gran potencial para una mejora en el acceso, asequibilidad y rendición de cuentas.
Nosotros podemos reclamar una cultura consiente y responsable cívicamente.” – Robert A. Scott, Adelphi University.
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Hoy se resuelve el enigma para novatos, ver:
http://www.youtube.com/watch?v=wyfnASxAIXo
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