Entonces dime que hago, pero llévame ahora que quiero estar contigo

Habiendo terminado la jornada de Vivencia, me propuse hoy a escribir esta entrada y así trasmitir en algunas palabras lo que la grandeza de DIOS hace en mi, cada vez QUE YO LO DEJO ENTRAR Y LE HABRO MI CORAZON DE VERDAD.

Dice una hermosa canción “Hoy señor me llamas tu, con mis manos y mi voz, a ser luz entre los hombres”, empecé citándola porque así empezó mi llamado a ser parte de los muchachos de INFRAESTRUCTURA en el congreso llamado VIVENCIA 2011, para jóvenes de diferentes colegios, que se realizó en el COLEGIO ESPIRITU SANTO los días viernes, sábado y domingo desde el 23 de septiembre respectivamente; y bueno todo se dió por un hermano de agrupación, él me preguntó si quería formar parte de INFRA, y yo le dije que si, sin pensar en lo que esto realmente significaba, como estaba en vacaciones me dispuse a usar mi tiempo para el señor.

Y he allí una de las cosas más importantes, primero porque al dedicarle tiempo al Señor jamás me podrán ocurrir cosas desagradables, y segundo porque al abandonarme a Él diciéndole sí, siempre se aprovechará el tiempo notablemente.

Entonces dos cosas puntuales, dedícale más tiempo al señor y te sucederán más cosas buenas, y dile siempre fiat, y comenzarás a vivir como un verdadero cristiano de obras y palabras.

Que significaba ser INFRA, en vivencia?

Muchas cosas, pero sin extenderme, trataré de resumirlas:

Una de las primeras cosas que descubrí fue, el amor al trabajo, cuando ya no haces las cosas porque si, sino que hay una razón verdadera y profunda, que es hacerlas por Dios, porque sabes que debes y porque estamos llamados a servir de muchas maneras y esta era una de esas; nadie me obligaba a ir todos los 7 días, ni a quedarme hasta tan tarde (2am), pero era mi fuerza de voluntad, el amor tan grande que tenía en esos momentos los que me llevaron a dar el máximo de mis capacidades, y a brindar algo no bueno, sino divino.

Otras de las cosas que encontré, fue en las cosas de Dios abandónate, así como lo leen, era sencillo de comprender, cuando realizábamos algo, colocar toldas o treparnos a los andamios, generalmente provocaba en algunos, dudas y temores; era una gran altura y se movía bastante la estructura (andamio), pero no era motivo para decir “no me quiero caer y morir”, pues, cuando se tiene a Dios estas cosas deben parecernos obstáculos, porque como decía en un principio, al hacer las cosas de Dios, ÉL no nos va a dejar morir y no va a dejar que nos pase nada malo.

Y creo que esta última es una de las más significativas para mí, Nunca digas no se puede sino algo habrá que se pueda hacer, esta lección me la enseñó Javier “Chiquito”, una de las personas que me hacia apostolado solo con el trabajo que él hacía cada día, cada cosa que hacíamos, si algo creíamos que no se podía pues teníamos que ver la forma más sencilla de poder hacerlo, y ello implica bastante razonamiento, y bueno yo era nuevo en esto así que no sabía ni amarrar una soga, en fin no era tan solo eso, sino que iba más allá, si algo ya habíamos terminado pues teníamos que ver que más hacía falta, si alguien necesitaba ayudad, o si estábamos estorbando.

Esas 3 cosas fueron esenciales, sin ellas no podría haber vivido y hecho nada esos 3 días ya de la realización de Vivencia 2011, entonces es así como cuando dices si, y pones a Dios como objetivo, las cosas salen divinamente y logras comunicarte con Dios de una manera más práctica, con obras que producen hermosas palabras!

Gracias Dios por haberme permitido vivir algo tan bello, y perdóname por las cosas que hice mal y que no supe darme cuenta. Gracias por las cosas a las que no di gracias en INFRA; cuando nos miramos atrás y vemos todo aquello tan increíble que hemos vivido, me dan ganas de irme de aquí y de tener más cosas de allá, entonces Dios dime que más quieres que haga, que ya no aguanto estar aquí sin verte y mi corazón quiere estar allá contigo.