Pilas, baterías y micropilas que a diario invaden nuestros hogares son solo una pequeña muestra de una enorme lista de productos que emplean un tipo de fuente de energía a base de reacciones de oxidorreducción, siendo la razón de su éxito comercial la autonomía de la red eléctrica, o sea ser un objeto portátil.
Pero esta ventaja favorable de la autonomía, se contrapone a los efectos negativos de los compuestos químicos empleados en la reacción donde se produce la electricidad, ya que en su mayoría son metales pesados, que liberados al medio ambiente producen serios problemas de contaminación.
Para imaginar la magnitud de la contaminación de estas pilas, basta con saber que son causantes del 93% del Mercurio en la basura doméstica, así como del 47% del Zinc, del 48% del Cadmio y del 55% Níquel; siendo estos los principales componentes de las pilas.
Una tonelada de basura, es lo que arroja al año una familia tipo de cuatro miembros, entre la cual están incluidos los residuos peligrosos que representan el 1% del total, es decir, 10 Kg anuales.
Una vez utilizadas, o al concluir su vida útil, las pilas son arrojadas con el resto de la basura siendo vertidas en basureros, sin haberse efectuado ningún tipo de recogida selectiva, tal como se hace a veces con el vidrio o el papel. Es allí donde sufren la corrosión de sus carcasas, produciéndose el derrame de los electrolitos internos, los cuales arrastran los metales pesados, estos fluyen por el suelo contaminando toda forma de vida. El mecanismo de movilidad a través del suelo, se ve favorecido al estar los metales en su forma oxidada, estos los hace mucho más rápido en terrenos salinos o con PH muy ácido.
Qué Hacer Para Minimizar Los Riesgos Del Uso De Pilas Y Baterías
La elección más ecológica sería no adquirir aparatos que funcionen con pilas: de hecho, este tipo de aparatos, son mucho más derrochadores que los de enchufe.
Mientras tanto el problema está instalado en la comunidad y como medida inmediata para frenar la contaminación que ellas producen es juntarlas, encapsularlas con un material que las neutralice químicamente y que retenga, por solidificación, los productos metálicos.
Si su uso es inevitable, es conveniente comprar pilas recargables, de esa manera se produce una gran reducción en el volumen de residuos a desechar, puesto que cada vez que recargamos la pila evitamos tirar a la basura una unidad. Otro concepto importante es la calidad del producto a elegir. Sabemos que una pila barata, en general, tiene una menor vida útil que una de buena calidad, con el agravante de estar elaborada bajo un proceso más contaminante, que, en consecuencia, da como resultado pilas con mayores contaminantes también.
Es por este motivo que se recomienda comprar aquellas pilas que provengan de marcas y países desarrollados, puesto que en esos casos, el control sobre el proceso de producción de la pila y la normativa ambiental aplicable es más estricto. Como resultado obtendremos un residuo con menos contaminantes al tiempo de desecharlo. Particularmente, se sugiere adquirir las pilas con el rótulo «Libre de Mercurio (Hg)» o similar, dado que este elemento es el más contaminante de los contenidos en ella.
En conclusión, el consumidor debería priorizar su compromiso ambiental antes que el supuesto menor costo de pilas baratas, ya que finalmente deberá pagar, en forma indirecta, tratamientos más caros, o bien, la recomposición de los daños que se causen al ambiente.
Respecto de las baterías de plomo-ácido (las comunes de los autos), al momento de la compra de una nueva, las agotadas deberían ser entregadas al comerciante, quien debería recibirlas y disponerlas adecuadamente.
Otras Recomendaciones
• No mezclar las pilas nuevas con las usadas. Se reduce la vida útil de ambas.
• Utilizar preferentemente artefactos conectados a la red eléctrica o a energía solar.
• No tirar las pilas a la cloaca, ya que finalmente llegan al río, y podrían contaminar las aguas. • •En ausencia de red cloacal, la contaminación afectaría las napas.
• No quemar las pilas, esta recomendación es para todos los tipos de pilas y baterías.
• No dejar las pilas al alcance de los niños.
• No utilizar aparatos a pila (ej.: juguetes) cuando pueden ser reemplazados por otros.
PILAS VERDES O ECOLÓGICAS
De la mano de los científicos de Motorola y del Laboratorio Nacional de Los Álamos, se ha desarrollado la primera batería ecológica que se alimenta de alcohol que estará destinada a teléfonos móviles, ordenadores y vídeoconsolas, entre otros aparatos. La verdadera revolución de esta batería estriba en que no necesita conectarse a enchufes ni cargadores, ya que usa alcohol y oxígeno de la atmósfera para generar electricidad. De esta manera, cuando la batería se agota, sólo basta con añadir alcohol para disponer otra vez de energía. El objetivo es sustituir los tradicionales administradores de red por una minibatería ecológica de motorola, de sólo 2,4 cm x 2 mm, que no necesita conectarse a la electricidad, pues la genera mediante un alimentador que mezcla metanol líquido con oxígeno de la atmósfera. De esta forma, genera una capacidad energética diez veces superior al de las pilas convencionales recargables. |