En Otavalo se reúnen representantes de las comunidades indígenas en la «décima cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América», ayer vi. un reportaje a cerca de este evento, en la cual se formaban mesas de discusión para rechazar el capitalismo como forma de organización social
Eso es lo que dicen los representantes indígenas, que declaran su rechazo por el capitalismo, pero de acuerdo a una conversación que tuve con representantes del ministerio de Educación dijeron que, cada vez mas los indígenas quieren que sus hijos no tenga educación bilingüe español-quichua, sino mas bien que tengan educación solo en español y en el caso de los indígenas de Otavalo, quieren educación trilingüe : español, ingles y frances. Cabe recalcar que los indígenas de Otavalo son los indígenas mas occidentalizados de America, ya que son comerciantes de artesanías que están regados en todo el mundo, es muy común verlos en las plazas europeas, comerciando sus tejidos.
Es muy fácil hacer discursos anticapitalismo, pero todas las comodidades materiales (incluido los desastres medioambientales) se lo debemos al capitalismo, además el capitalismo vende algo que es muy importante para el ser humano la idea de «libertad», pese a estas proclamas anticapitalista, el capitalismo arrasara a estas comunidades, ya sea por la fuerza, o ya sea por convencimiento de sus bases.
El problema es que los representantes indígenas no tienen la visión para ver que el capitalismo es una fuerza incontenible, y que deberían tomar el ejemplo de Japón que quiso aislarse del mundo occidental hasta que en 1868, fue toperdeado por gringos que querían comerciar con Japón, y en ese momento el orgullo japonés reacciono, haciendo que los japoneses se modernizaran (occidentalizara parte de su sociedad) para poder obtener las mismas tecnología que tenían los gringos y nunca mas ser pisoteados por ningún país.
Mientras los indígenas sigan perdido, dando proclamas de rechazo al capitalismo (que es equivalente a proclamas anti occidentales) pierden oportunidades que armonizar sus costumbres ancestrales con los valores de occidentales, tal como hicieron los japoneses, llegar a ser (de esto estoy convencido) potencia mundial, tal como lo es Japón.