El sector inmobiliario está en constante evolución y usa cada vez más las nuevas tecnologías para facilitar los procesos de compra o venta de pisos y casas. En este cambio ha tenido un papel clave el impacto de la Covid-19, que afectó gravemente al sector. Éste ha respondido acelerando su transformación digital, un proceso que ya ha transformado muchos otros sectores y negocios, y que ahora está beneficiando también a la inmobiliaria de lujo.
Una de las grandes novedades en este proceso de digitalización ha sido el uso de la inteligencia artificial. Gracias a su uso, las agencias inmobiliarias han podido mejorar la atención a su cliente, pero también optimizar la forma en la que calculan el valor y precio de mercado tanto de sus casas en venta como de sus pisos en alquiler en Barcelona. De esta forma, se pueden evitar errores en la valoración del precio que provocan un retraso en la venta o alquiler de un inmueble, y conseguir cerrar el proceso en un tiempo menor.
Por otro lado, el uso de las aplicaciones de Big Data han permitido al sector adaptarse y anticiparse para poder ser más competentes frente a las otras agencias y analizar en tiempo real la oferta y la demanda del mercado. Pero las ventajas no solo benefician a los profesionales inmobiliarios, sino también a los clientes. La irrupción de la realidad virtual permite a los potenciales clientes realizar visitas a los inmuebles sin moverse de casa. Toda una oportunidad para un sector como el de la inmobiliaria de lujo en Barcelona que a menudo trabaja con clientes extranjeros que, actualmente, pueden tener complicado el desplazamiento físico hasta la ciudad.
A esto se suman todas las posibilidad del marketing digital que, poco a poco, ya habían ido irrumpiendo en el trabajo de las agencias inmobiliarias de alto standing. Una de las tendencias más al alza es actualmente el uso del vídeo móvil, que tiene también un papel muy importante a la hora de hacer llegar a los clientes potenciales los valores de la agencia y las características de sus pisos en cartera.
Asimismo, la digitalización también permite ahorrar tiempo a todas las partes, ya que ayuda a agilizar los contratos y otros trámites administrativos necesarios para una compra o alquiler. Y, sobre todo, ha abierto las puertas a poder trabajar de forma mucho más cercana al cliente. Ya no se trata simplemente de tener una página web, sino de ofrecer servicios de valor añadido como los chatbots, que permiten dar respuesta de forma rápida y efectiva a las principales demandas de los clientes, y acompañarlos de forma mucho más directa en todas las fases del proceso de compra o alquiler.