En este artículo abordaremos las características principales que debe tener una buena depiladora láser y qué aspectos debes de tener en cuenta:
Lámpara
Puede marcar la diferencia entre un producto láser y uno con luz pulsada. Puede permitirle intervenir en las imperfecciones de la piel o limitarse a inhibir el bulbo piloso o incluso puede adaptarse a un fototipo más que a otro. Al comprar una depiladora láser, por lo tanto, debe prestar mucha atención al tipo de lámpara que utiliza y en particular debe prestar atención a valores como la longitud de onda y, no menos importante, la fluencia lumínica.
Vayamos en orden. La longitud de onda esperada para un electrodoméstico está entre 800 y 810 nanómetros. Este valor, sin embargo, es bastante limitante: de hecho, hace que el producto sea efectivo solo en ciertos fototipos, es decir, los claros o, como máximo, los medios. En cuanto a la fluencia lumínica, que es la energía utilizada para atacar el bulbo piloso, se sitúa en valores máximos de 40 J / cm² para los electrodomésticos.
Sin embargo, las depiladoras láser equipadas con esta potencia son bastante raras y, en principio, el usuario acabará conformándose con un producto mucho más habitual cuya fluencia lumínica rondará los 28 J / cm². En muchos casos, cuanto mayor sea el valor en cuestión, antes mejor se eliminará el vello no deseado (sin embargo, este no es el único parámetro para evaluar la velocidad de acción del objeto en cuestión).
Superficie de la lámpara
Está claro que cuanto mayor sea la superficie de la lámpara, mayor será la porción de piel tratada en una sola aplicación (y, obviamente, más rápido será el tratamiento). El valor máximo en el mercado es igual a 10 mm² y se adapta muy bien a las zonas del cuerpo un poco más extendidas y menos delicadas (por ejemplo, el pecho o incluso los muslos). No obstante, cuando se propone tratar otras zonas, ingle, axilas y sobre todo rostro, es mejor optar por una superficie de lámpara de unos 3 mm².
Duración del pulso
Este valor puede oscilar entre 5 y 400 mm / s. Claramente, cuanto mayor sea este tamaño, más rápido resultará el tratamiento. Pero ojo: las depiladoras láser están calibradas en este sentido: no pueden emitir más de una determinada cantidad de pulsos .
Una vez que se ha agotado esta cantidad de entrada, la lámpara no puede ser reemplazada de ninguna manera y por lo tanto es necesario comprar una nueva luminaria. Por este motivo, siempre es bueno informarse sobre este parámetro haciendo una estimación aproximada de la vida útil del pequeño electrodoméstico.
Programas
Una depiladora láser que se precie generalmente ofrece a su propietario un buen número de programas para elegir. En general, es posible seleccionar una intensidad en lugar de otra basada principalmente en el fototipo del usuario (por lo tanto, un buen dispositivo ofrece la posibilidad de elegir entre 3,4 o 5 intensidades diferentes).
También es importante evaluar el tipo de tratamiento a realizar (hay programas dedicados a porciones muy pequeñas de piel, otros a zonas más grandes, etc.).
Por último, también es fundamental tener el control, quizás mediante una buena pantalla LCD, de los parámetros seleccionados o, mediante las luces correspondientes, de las averías o puestas en marcha del programa.
La seguridad
Una buena depiladora láser permite al usuario trabajar de forma segura. Por lo tanto, debe estar equipado con un programa de auto – apagado (en promedio los productos en el mercado dejan de funcionar después de 20 o 30 minutos de inactividad) y varias medidas destinadas a preservar la piel del consumidor.
Estos productos para ser considerados verdaderamente seguros, también deben estar equipados con un bloqueo que interrumpa la acción de la depiladora en caso de que se ingrese un código de seguridad diferente al que generalmente se asocia con el dispositivo al inicio.
Estructura
El usuario puede elegir entre modelos de pistola y base. En el primer caso, compras un producto delgado cuyos controles están esparcidos por el cuerpo del objeto. En el segundo, en cambio, compras un producto que es un poco más voluminoso, pero ciertamente más robusto y mejor equipado.
Suministro
Las depiladoras pueden utilizar una batería recargable o funcionar gracias a la fuente de alimentación. Los primeros son ciertamente más prácticos desde el punto de vista del manejo.
Entre otras cosas, como es obvio, las depiladoras a batería tienen una funcionalidad limitada con un período de tiempo determinado que, independientemente de si el usuario ha terminado el tratamiento o no, tendrá que recargar el objeto.
Por lo tanto, es recomendable, en caso de que aún prefiera optar por un modelo de batería, asegurarse de que las baterías sean de litio y de larga duración.
Materiales
Los materiales tendrán que ser muy resistentes. De hecho, cualquier daño al cuerpo de la depiladora, al ser un objeto equipado con un láser, podría de alguna manera ser peligroso para la salud del usuario. Por eso, debe elegir productos con marcado CE, construidos con materiales resistentes y posiblemente equipados con asas ergonómicas y revestimientos antideslizantes.