Las salas de estar no tiene el aspecto de hace tan solo diez años. Ahora podemos verlas con mesas auxiliares modernas y con muebles muy diferentes en general y gran parte de estos cambios están relacionados con la rápida evolución de las televisiones.
Las televisiones de tubo necesitaban de un espacio grande para poder colocarse con seguridad. Por este motivo los muebles para la sala de estar solían tener un hueco con repisa suficientemente ancho para poder contener la conocida popularmente como “tele de culo”. Estos muebles ocupaban mucho espacio.
La alternativa eran las mesas para televisión, también de gran tamaño y en las cuales se amontonaba la tele, el reproductor de VHS y el de DVD. Y esto si no había en el hogar alguna consola adicional.
La distribución del espacio ha cambiado
Ahora, las pantallas planas no ocupan un gran ancho en los muebles de salón, pero a cambio si ocupan mucho a lo largo. Si antes una televisión de tubo podía tener 32 pulgadas y ya se consideraba grande, ahora las planas pueden fácilmente superar las 42 y no son pocos los hogares con pantallas de 50 pulgadas en la sala de estar.
Esto hace que los muebles clásicos hayan sido desterrados de la sala de estar porque no dejan sitio para estas pantallas. Incluso muebles que hace cinco años parecían más que suficientes ahora se han quedado pequeños. Por eso, muchos hogares han optado por colgar la pantalla de la pared y colocar un mueble debajo de pequeño tamaño para colocar los aparatos de sonido y las videoconsolas.
Los sofás también han cambiado
Los sofás también han cambiado, antes la estrella de la sala de estar era el sofá de tres plazas con los dos sillones a juego. O el juego de tresillo con sofá de dos plazas. En los salones de mayor tamaño podía haber una rinconera.
Pero ahora lo que se lleva con los sofás grandes en los que puede sentarse toda la familia para ver la tele, con cuatro plazas o incluso con chaise logue. Son sofás que ocupan más espacio, el que ha quedado libre gracias a la desaparición de los muebles de antes.
La mesa de centro, ahora que ya no tiene que ir a juego con el mueble clásico, es mucho más moderna y tiene protagonismo por sí misma. Incluso puede tener espacio para almacenamiento o elevarse para poder comer viendo la tele.