El pasado de esta coctelería cafeteria es pura historia de Murcia. El edificio en el que se ubica, construido en el año 1914 por el arquitecto José Antonio Rodríguez Martínez (autor de otros edificios emblemáticos como la Casa Cerdá o la Casa Díaz-Cassou), fue el primer rascacielos de la ciudad. Sus nueve alturas, muy alta para la ciudad por aquel entonces, le hizo ganarse el apodo de*** Nueve Pisos*** y fue sede de Industrias García una conocida empresa de la ciudad que fabricaba desde caramelos hasta figuras de Belén a pan o juguetes hasta que después de la Guerra Civil albergó viviendas particulares.
Hoy, en uno de los locales que alberga a pie de calle se ubica este bar-coctelería llamado 9 pisos que ha hecho de la historia del emblemático edificio la fuente de inspiración de su diseño. Según explican desde Número 26, el equipo encargado del proyecto, en el que han desarrollado desde la imagen corporativa hasta el mobiliario, el objetivo era dotar al espacio de una imagen con identidad del siglo XXI para que en él “convivan el arte, la artesanía, el diseño y la cultura urbana”.
“Recuperamos la memoria del edificio para crear un lenguaje nuevo, un futuro. La recuperamos porque la memoria vive en el espacio, ya que en el interior se levanta desde el siglo XVI un claustro que nos recuerda que allí hubo una vez un patio interior. La obra fue integral dividiendo el espacio en dos ambientes: coctelería y café-bar”, apunta Miriam Hernández, el 50% del estudio junto a José Ángel Rodríguez.
El espacio se compone de dos zonas, en las que es evidente el pasado del local con los restos del claustro. En la de cafetería casi todo lleva la forma del estudio: crearon una gran barra central exenta de forma rectangular y unas luminarias circulares. En cuanto a materiales, mezclaron madera con terrazo, hormigón y latón creando un contraste entre lo sofisticado y lo bruto. Así, el espacio parece tener varias referencias distintas pero compatibles: el ambiente de un café clásico, las fábricas del siglo XIX, objetos industriales de los años 90…
Atravesando el claustro se encuentra la segunda sala, la coctelería, donde el diseño más atrevido es el rey y el mobiliario, diseñado por el propio estudio, convive con piezas de firmas como Missana, Ondarreta y Magis. Reinan colores azules, lámparas-escultura, neones, espejos creando un espacio imaginario, divertido y surrealista.