Los platos de pollo como ingrediente principal están presentes en todas las cocinas del mundo. El pollo es sin duda una de las aves más consumidas en el globo y que con más frecuencia se cocina cada día en cualquier punto del planeta. De todas las carnes, es la más consumida, no sólo por su sabor y versatilidad a la hora de elaborarse, sino también porque es muy fácil encontrar la receta de pollo adaptada a tu nivel. Desde recetas con pollo fáciles de preparar, aptas para cocineros principiantes, hasta recetas de pollo deliciosas y complicadas, sólo accesibles para aquellos chefs que tengan ya cierta maña en la cocina, este ingrediente es uno de los más agradecidos y con el que sin duda podrás lucirte si deseas agradar a todos tus invitados. Y es que para las únicas personas que no es apto el pollo es para veganos y vegetarianos.
Del filete de pollo obtienes platos dietéticos bajos en grasa, que son útiles para niños y atletas, los amantes de los fritos y rebozados disfrutaran de la comida rápida casera en forma de crujientes nuggets de pollo, alitas y pollo frito; al horno y acompañado de patatas gusta a toda la familia, y desde el muslo puedes cocinar un caldo delicioso, que sienta muy bien para los resfriados. Las recetas de pollo no caben en las páginas del libro más grande de cocina, son tan variadas que los platos de pollo se pueden preparar todos los días, sin temor a que el sabor del ave se vuelva aburrido.
En un mundo globalizado ya nadie se sorprende ante platos como el pollo al curry o el pollo con almendras. Pero existen aún platos de pollo que pueden resultarnos algo exóticos, o que tenemos pendientes de explorar. El jugoso pollo al tabaco glorificó la cocina georgiana (ex URSS) no menos que Satsivi y Phali, el pollo con manzanas en la cocina de Europa del norte se hornea con tanta frecuencia como el pavo en Estados Unidos, y en Rusia el relleno de panqueques de pollo finamente picado en salsa de crema se ha convertido en casi un clásico. Los chefs rusos nunca se preguntan qué cocinar con pollo: saben de memoria cientos de variaciones de cocinar pollo con patatas, champiñones, trigo sarraceno o en su propio jugo. En China, México o Egipto, el pollo es también un ingrediente esencial en la mayor parte de sus platos más reconocidos internacionalmente.
El pollo al horno con patatas fritas, que se hornean a su vez con este, para impregnarse de su jugo, y que ha sido marinado con limón y especias, es un éxito para cualquier celebración familiar. Acompañado de mayonesa, es un sabor que nos traslada a la infancia y que divide a los comensales entre los que disfrutan de comer la sabrosa corteza crujiente y quienes prefieren no hacerlo.
Puede cocinar pollo de cualquier manera, durante el tratamiento térmico, la carne se ablanda y absorbe los olores y sabores de otros productos, de ahí radica su gran versatilidad, aunque para ello es importante escoger aves de calidad, a ser posible de corral. El pollo listo se puede servir frío o caliente. Después de enfriarse, su sabor casi no cambia y, a bajas temperaturas, los platos de pollo conservan frescura durante mucho tiempo.
Los grandes cocineros y chefs mundiales han compartido muchas recetas para cocinar pollo, desde lo más simple, aunque igualmente delicioso, hasta recetas que resultan muy exóticas para paladares occidentales, con aguacates, kiwi y piña. Las combinaciones de alimentos con pollo son absolutamente infinitas.
Además, el pollo es una carne barata que nos aporta muchos nutrientes, lo cual es importante cuando queremos mantener el presupuesto familiar o la economía estudiantil a raya. A parte de eso, es muy fácil aprovechar los restos del pollo. Con los huesos siempre es posible hacer buenos caldos, y con los restos del asado es posible preparar una sabrosas croquetas, el secreto estará en saber encontrar la receta de la mejor bechamel, y el rebozado óptimo. De este modo nos encontramos con que el pollo es una de las carnes más rentables del mercado.
Otro de los motivos para decantarse por el pollo es porque se trata de carne blanca. En 2015, la OMS publicó un informe en el que se describía como el uso de carne roja procesada puede conducir a la formación de tumores malignos. Con la carne roja sin procesar, no todo está tan claro, por lo tanto, la OMS la clasifica como un producto «potencialmente cancerígeno», ya que todavía no hay datos claros. Aún así, se recomienda no comer más de 70 gramos de carne roja y procesada por día. En cambio para la carne blanca, es decir, aves de corral, todavía no hay recomendaciones, pero podría ser una buena idea reemplazar la carne roja (carne de res, cerdo y cordero) por pollo o pavo. Desde luego, el gran surtido de recetas que se pueden encontrar para cocinar dicha carne, permiten dotar a tu menú semanal de gran diversidad, y huir del aburrimiento.
Cocinar mal una buena carne de pollo es casi tan difícil como que se te mueran unos cactus, pero eso no quiere decir que sea imposible. Por eso es importante que si te decides a aprender a cocinar te decantes por recetas de pollo, pero haznos caso, al menos en los inicios, deja la creatividad para cuando tengas algo más de experiencia, y trata de seguir la receta al pie de la letra. Una vez hayas adquirido la destreza y la confianza necesarias será el momento para comenzar a experimentar, ya que habrás cocinado suficientes recetas mezclando el pollo con diferentes ingredientes y especias, y probando distintos tipos de cocción como para saber qué puede funcionar, y qué no. Además, ya conocerás mejor tus gustos y los de las personas para las que vas a cocinar. También es cierto que sin riesgo no hay gloria, y que muchas veces los mejores descubrimientos provienen del archiconocido ensayo-error.
Sea como sea, tanto si quieres lucirte ante tus amigos o familia, como si te conformas con subsistir nutricionalmente de una forma decente, el pollo es el ingrediente que no puede faltar en tu cocina, y de ti depende encontrar las recetas y complementos que extraigan de él todo el potencial que las cocinas de todo el mundo han sabido apreciar y aprovechar.