Este año el tema de las vacaciones va a estar muy complicado. Aunque debo reconocer que en mi caso, las vacaciones siempre son algo diferentes a las del resto del mundo. Os preguntareis porqué. Pues porque yo vivo donde otros veranean. Seguramente existen muchas personas en el mundo que pueden hacer esta afirmación, pero vivir en unas islas en el Mediterráneo, como son las Islas Baleares, hace que veas como tu casa es el destino de vacaciones de millones de personas de todo el mundo. Y claro, normalmente tus vacaciones poco tienen que ver con la playa (¿Para qué?, si tenemos las mejores, modestia aparte) y en pocas ocasiones son en verano, ya que es cuando más se suele trabajar en las islas.
Un verano inusual
Pero claro, esto era hasta ahora. Este año las playas de las islas son casi en exclusiva para quienes vivimos aquí, y muchas personas que no disfrutaban de vacaciones en verano, se han visto obligadas a unas “vacaciones forzadas”. Esto ha hecho que muchos veamos la situación como una oportunidad para hacer algo que nunca hemos hecho, y disfrutar de unas vacaciones diferentes.
Conozco a varias personas que darán el salto de una isla a otra, aunque parezca increíble, a veces lo que tenemos más cerca, es lo más desconocido. Otras optarán por simplemente disfrutar de una isla más vacía y unas playas sin aglomeraciones, como hacía décadas que no se veían, que no todo iba a ser malo. Y algunos nos estamos planteando la posibilidad de dar una vuelta por España, aunque al vivir en una isla, las opciones de conectividad no son siempre las mejores.
Visitar España (cuando vives en una isla)
Es evidente que no nos queda más remedio que apostar por el barco o el avión. Y las conexiones más cercanas son Barcelona y Valencia. En barco además, te puedes llevar tu propio coche, y a partir de ahí lanzarte a hacer kilómetros por la península. Sin embargo otra buena opción en acudir a un alquiler de coches Valencia, evitando de este modo el desgaste de tu propio coche. Además, de este modo es más fácil escoger el coche adecuado para el viaje, ya que cuando se trata de hacer muchos kilómetros por toda la geografía española, es posible que el coche que tan bien te rinde en una isla pequeña, se quede corto para varias horas de autopista. También es posible que deseemos ir con varios amigos o familiares, por lo que plantearse un vehículo de tamaño superior dará mejor resultado que un coche. En este caso un alquiler de furgonetas Valencia podría ser una buena solución.
Comienza la ruta
La idea de salir desde Valencia, y no desde Barcelona (o volar a Madrid y alquilar desde allí), surge de las amplias posibilidades de rutas que ofrece este puerto de salida. Además de la visita obligada a la ciudad y a las múltiples maravillas de la Comunidad Valenciana, Valencia te permite organizar distintas rutas a lo largo de la Península Ibérica que nos permitirán visitar distintas provincias españolas a quienes hemos tenido la inmensa suerte de nacer en islas, aunque ellos nos haya traído alguna dificultad para conocer el resto del país.
Quiero ir sí o sí
Cuenca
Desde Valencia, y una vez hechas las visitas imprescindibles, como la Ciudad de las Artes y las Ciencias, la intención es poner rumbo a Cuenca para ver las casas colgadas, símbolo de la ciudad. La catedral de Santa María y San Julián también son dos sitios que deben visitarse, así como los rascacielos del barrio de San Martín. El puente de San Pablo y las ruinas del castillo del S.XIII en la calle Trabuco también son algo que no me quiero perder. Por último, los túneles de la calle Alfonso VIII es algo que tengo ganas de recorrer desde que conocí su existencia. Lo de los túneles subterráneos siempre es algo fascinante ¿No creéis?
Guadalajara
Seguiremos la ruta hacia Guadalajara, y todo apunta a que hay que visitar Sigüenza, será por algo, así que haremos caso a las recomendaciones. El Castillo, hoy en día transformado en parador, y la Catedral, son impresionantes en foto, de modo que si, se trata de una pasada obligada. También se recomienda visitar la casa del Doncel. La villa medieval de Atienza es otro lugar en el que detenerse. Y por último, algo que no quiero perderme es el Parque Natural del Barranco del Río Dulce, en el que Félix Rodríguez de la Fuente filmó algunos capítulos de “El hombre y la tierra”.
Soria
“Voy camino Soria…” no podía dejar de cantar esta canción. El Museo Numantino, el Parque del Castillo y el Monasterio de San Juan de Duero están en mi lista de imprescindibles. Y si vamos bien de tiempo, el Cañón del Río Lobos es algo que no quisiera perderme al pasar por allí. Aunque la gastronomía, en este caso, puede retenernos más de lo esperado…
La Rioja
En este punto del camino puede que tengamos una pequeña escisión con la compañía de amigos con los que vayamos de viaje, ya que a mi no me gusta en vino, y La Rioja es famosa por sus caldos. Al final posiblemente claudicaré ante la presión de visitar viñedos y bodegas, y hacer una mini-ruta enológica, aunque preferiría mil veces visitar Pardejón, el pueblo del champiñón y las huellas de dinosaurio en Enciso y el Barranco Perdido.
Navarra
Y por fin llegamos a Navarra. Después de leer la trilogía del Baztán, de Dolores Redondo, tengo unas ganas inmensas de visitar este valle. Conocer la naturaleza y la tradición histórica y cultural, así como la mitología que inspiró a esta escritora para sus novelas es algo que me apetece muchísimo, y que para mi sería el colofón de una estupendas e intensísimas vacaciones por España.
La vuelta
Por supuesto, si hemos alquilado un coche o una furgoneta debemos tener en cuenta las opciones de devolución que tenemos a la hora de trazar nuestra ruta, aunque la mayoría de empresas de alquiler ofrecen todo tipo de facilidades. En cualquier caso, la ruta podría seguir por los Pirineos y bajar por la costa catalana hasta llegar de nuevo a Valencia. De este modo habríamos completado un bonito triángulo en el que tendríamos meseta, montaña y playa. No se le puede pedir más a unas vacaciones inusuales pero perfectas.