HOGAR, REVALORIZADO HOGAR

Quienes habitamos un edificio antiguo en A Coruña, durante estos meses de confinamiento nos hemos dado cuenta de muchas cosas. Algunas de ellas positivas, otras no tanto. En mi caso debo decir que tengo la inmensa suerte de ser propietaria de un piso en un edificio que si fuese una persona, haría ya tiempo que peinaría canas, en A Coruña. Y la suerte no es que sea un piso viejo, o antiguo que queda más bonito, o vintage, como le gusta llamarlo a Lola, la amiga fashion del grupo. La suerte es que antiguamente se pensaba en los balcones, en el aprovechamiento de la luz, y eso es algo que a mi me ha aliviado mucho durante este confinamiento.

Por lo visto ahora los pisos con balcones, terrazas y galerías están sufriendo un auge de demanda en las grandes ciudades. La gente se ha percatado durante estos meses de encierro de los duro que es vivir en algunos pisos en los que la luz apenas es accesible. Así que ahora un piso como el mío ha aumentado de valor, y ha pasado de ser un piso viejo a ser vintage. Y es que, os tengo que ser sincera, mi edificio necesita un pequeño repaso si quiere pasar el ITE de edificios en A Coruña.

Sin embargo mi piso es un piso con un amplio balcón, y lo mejor de todo, una galería con una cristalera impresionante que llena de luz la casa durante prácticamente todo el día. Y eso es lo que ahora se está buscando. Eso dice mi amiga Lola, que es la que entiende más de estas cosas, y la que me asesoró con la decoración y el mobiliario, porque de verdad que el piso muy grande no es, pero sí que tiene estos dos tesoros que por lo visto ahora se han revalorizado muchísimo, y me parece normal.

El pequeño o gran inconveniente que tiene mi piso, y el edificio en general, además de necesitar una rehabilitación de la fachada (he visto rehabilitaciones de fachadas en A Coruña realmente espectaculares en edificios muy parecidos al mío, y quedan genial), es que, como gran parte de los edificios antiguos, no dispone de ascensor. Es un tema que ya estuvimos hablando en las tres últimas reuniones de la comunidad de propietarios, y la mayoría estamos de acuerdo en que un ascensor es necesario. A decir verdad, tan sólo el vecino del primer piso está en contra de que se ponga un ascensor en el edificio, ya podéis suponer porqué. 

En mi caso, debo decir que mis motivos para querer el ascensor están más en la previsión de pensar en el día de mañana o en la posibilidad de que, esperemos que no, pero siempre puede pasar, un día me rompa una pierna o me vea impedida de caminar por algún motivo. Ahora soy jóven y no sólo no me importa, sino que disfruto subiendo a pie los cinco pisos de escaleras hasta mi casa. Eso que me ahorro en gimnasio. Pero es importante pensar en el día de mañana, en los contratiempos que pueden surgir, en que el repartidor de correos, y el de Amazon, y en realidad todos los repartidores, siempre dejan un aviso diciendo que no estoy en casa, cuando sí que estaba, para no tener que subir a pie…Son muchos los motivos para querer ascensor.

Y a todo lo anterior hay que añadir que en el edificio vive gente mayor, con movilidad reducida, y que sería un bien para ellos el hecho de instalar un ascensor. Además, a todo esto le sumamos que su instalación revalorizaría más el edificio, y cada uno de los pisos, que recordemos, ya están siendo revalorizados por sus excelentes condiciones en cuanto a balcones y galerías se refiere. Así que me temo que la próxima reunión de vecinos va a consistir en un ultimátum para el señor del primero, y como se ponga tonto, lo llevaremos de visita a unos cuantos fosos de ascensor en A Coruña… Vale, eso no, que me he venido arriba. En realidad he estado investigando, y no puede negarse.

Por lo visto, según la legislación, el derecho a la accesibilidad plena está por encima de cualquier consideración. Eso significa que si en el edificio existen personas con algún tipo de diversidad funcional que les impida acceder con normalidad, o personas con movilidad reducida por el motivo que sea o mayores de setenta años, nadie puede oponerse a las correcciones arquitectónicas o instalación de ascensores necesarios para asegurar la accesibilidad en el edificio. En otras palabras, que como en nuestro edifico ya tenemos, al menos en dos pisos a dos personas de más de setenta, quiera o no el del primero, vamos a instalar ascensor. 

Por suerte, en nuestro edificio tenemos espacio suficiente para que la instalación no suponga ninguna expropiación forzosa a ningún vecino ni local comercial, por lo que he estado leyendo del tema, no siempre existe esa posibilidad y muchas veces la instalación se hace difícil o casi imposible. Lo cierto es que el haber estado durante estos meses encerrada me ha permitido hacer toda esta serie de averiguaciones, y creo que al final le habré sacado fruto a mis horas en internet y a mis sesiones de yoga en mi soleada galería.

Para quienes andáis en busca de un lugar donde vivir, permitidme un consejo: buscad un sitio acogedor y cálido, que os de buenas vibraciones y que sintáis vuestro. Al final, no importa tanto si es nuevo o viejo, se puede reformar. No importa si es pequeño o grande, siempre que sea acogedor y con luz. Importa que seáis capaces de convertirlo en un hogar, porque nunca se sabe cuánto tiempo vais a tener que estar encerrados en ese hogar.

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