Cada 4 segundos, un avión se eleva hacia el cielo en algún lugar de la Tierra. Esto significa que alrededor de ocho millones de aviones operan en vías aéreas por año, y cada uno de ellos está bajo el control continuo de un controlador de tráfico aéreo. De promedio, hasta dos docenas de aviones están simultáneamente en el campo de visión de un controlador aéreo, y un avión tiene entre 200 y 300 pasajeros. Estamos pues ante una trabajo que implica una gran responsabilidad. La seguridad de cientos y miles de personas depende directamente de la profesionalidad del controlador de tránsito aéreo. Por lo tanto, de ahí deducimos dos obviedades, que el sueldo de controlador aéreo debe ser un buen sueldo, correspondiente a la responsabilidad del puesto, y que es preciso que sea ejercido por profesionales formados por un excelente curso de controlador aéreo específico.
El controlador de tráfico en el espacio aéreo mantiene una comunicación constante con las tripulaciones de la aeronave, pasándoles los comandos e información necesarios sobre las condiciones de vuelo. Sólo con su permiso puede la tripulación del avión comenzar a despegar, aterrizar o partir hacia un aeródromo alternativo. En su trabajo, el controlador de tránsito aéreo utiliza los conocimientos adquiridos sobre navegación aérea, meteorología aeronáutica, reglas estrictamente establecidas e instrucciones que rigen en detalle todas sus actividades.
El trabajo del controlador aéreo siempre se ha considerado especial. Es raro que alguien haya visto o escuchado a un controlador en su trabajo, por lo que tienen poca idea de cómo es. Mucha gente sólo ha oído hablar de los elevados sueldos de la profesión, pero deben tener en cuenta que, además de una formación específica, un controlador aéreo precisa de una cualidades muy concretas.
Las personas en esta profesión deben tener una alta tolerancia al estrés, y no pueden sucumbir ante momentos especialmente estresantes. La principal de las cualidades profesionales de los controladores de tráfico aéreo es la capacidad de mantener la calma y la confianza en cualquier situación. Debe responder de inmediato a los cambios en la situación y actuar en consecuencia. A menudo, no se asignan más de 20 segundos para una decisión. Los controladores de tránsito aéreo deben tener pensamiento espacial, una memoria excelente, y hablar inglés de forma fluida, ya que ese es el idioma en el que desempeñan su trabajo.
Debido a la carga psicoemocional, la profesión de controlador de tránsito aéreo es una de las profesiones más peligrosas y responsables del mundo. Por lo tanto, un factor importante en el trabajo del controlador es su estado de salud. El controlador aéreo necesita claridad de pensamiento y un enfoque máximo en el trabajo. Con temperatura o presión arterial elevadas, no puede controlar el tráfico aéreo de forma eficiente. Esto es monitoreado por personal médico, que revisa cuidadosamente al controlador para detectar anomalías en la salud antes de embarcarse en el servicio.
La profesión de controlador de tránsito aéreo es, además de muy exigente, muy interesante. Ante esto, el trabajo del controlador se ve recompensado adecuadamente.
El estado y la empresa brindan a los trabajadores muchos beneficios sociales, garantías y compensaciones, de los cuales se puede observar, tales como:
- horas de trabajo reducidas
- complementos salariales
- subsidio para salarios oficiales por años de servicio
- días de vacaciones adicionales
- viajes gratis durante las vacaciones, así como descuentos para la familia
- El derecho a prejubilarse en términos bastante ventajosos
No es de extrañar que muchas personas se planteen la posibilidad de estudiar para ejercer esta profesión, y que ‘curso controlador aéreo’ sea uno de los estudios más buscados en internet. Pero antes de dejarse llevar por el impresionante sueldo controlador aéreo, y los beneficios asociados a este trabajo, está bien echar un vistazo a las cualidades y requisitos que debe tener un buen controlador.
Las cualidades profesionales que debe poseer un controlador de tránsito aéreo son:
– Alta capacidad organizativa. Debe poder organizar sus actividades a tiempo.
– Gran responsabilidad.
– Ser una persona prudente.
– Ser puntual y preciso.
– Tener agudeza visual y agudeza auditiva.
– Tener, además, sensibilidad diferencial auditiva (capacidad de distinguir: timbre, duración, tono, intensidad del sonido, ritmo, fondo o varios ruidos).
– Sus capacidades visuales deben incluir tanto la visión lineal, angular y volumétrica.
– Capacidad de medición dinámica del ojo (la capacidad de evaluar la dirección y la velocidad de un objeto).
– La capacidad de distinguir una figura (objeto, marca, señal, etc.) sobre un fondo de bajo contraste.
– Una buena percepción del color.
– Capacidad para ejercer la atención selectiva.
– Volumen de atención desarrollado (la capacidad de percibir simultáneamente varios objetos).
– Inmunidad al ruido, no debe desviar su atención.
– La capacidad de notar cambios menores y muy sutiles en el objeto estudiado y en las lecturas.
– Tener pensamiento asociativo.
– Capacidad para el pensamiento analítico (la capacidad de resaltar elementos individuales de la realidad, la capacidad de clasificar).
– Altas capacidades de pensamiento estratégico.
– Habilidades mnemotécnicas bien desarrolladas (propiedades de memoria).
– Una buena coordinación del movimiento de brazos y piernas.
– Un buen desarrollo físico general: resistencia, coordinación, fuerza, velocidad. Es necesario tener las habilidades psicomotrices perfectamente desarrolladas y funcionales.
– Falta de defectos del habla, buena dicción.
– La capacidad del aparato fonador debe estar preparada para el trabajo intensivo y prolongado.
– La capacidad de formular información de manera clara, concisa y precisa.
– Ser capaz de mantener la eficiencia en caso de fatiga en el desarrollo de su trabajo.
– Proactividad y resolución.
– Velocidad de reacción.
– Alta resistencia al estrés emocional.
– Buenas habilidades organizativas.
– La capacidad de actuar con claridad y contundencia en una situación extrema.
– La capacidad de trabajar en equipo.
– La capacidad de distribuir el tiempo de manera correcta y eficiente.
Existen también unos requisitos de salud imprescindibles para poder acceder a la profesión de controlador de tránsito aéreo. Esto es muy importante, debido a la gran cantidad de vidas que se encuentran en manos de estos profesionales. Es por ello que el controlador de tránsito aéreo puede llevar a cabo sus actividades solo si hay un certificado médico válido.
El informe médico de los controladores de tránsito aéreo es emitido por la comisión de médicos expertos en vuelos, de acuerdo con unas disposiciones y estrictas reglas que rigen el procedimiento para el examen médico. Un certificado médico de reconocimiento como apto para el trabajo es una parte integral del certificado del controlador de tránsito aéreo.
No se sabe mucho sobre la profesión de controlador de tránsito aéreo, no se exhiben en los carteles publicitarios de las aerolíneas junto a los tensos asistentes de vuelo, no se bañan en una ola de aplausos al final del vuelo, y su trabajo es casi invisible para los pasajeros. Pero sin los controladores de tránsito aéreo, no se realizará un solo viaje aéreo, incluso el más corto. Así que si después de todo lo que has leído te apetece formar parte de este desconocido pero importantísimo grupo de profesionales, y crees tener todos los requisitos necesarios para ello, busca tu curso, prepárate bien y conviértete en un guía de los cielos.