Disculpen ¿la ruta del qué?
Como algunos de ustedes saben estoy haciendo mi tesis doctoral y viajé a Ecuador a finales de febrero para recoger mi información de campo. La tesis se enfoca en la gobernanza del sistema turístico de Santa Elena y para eso apliqué entrevistas y encuestas a diferentes actores sociales del turismo en toda la provincia, especialmente en las comunas que tienen ya una actividad turística establecida.
Así que hice base en La Libertad y desde allí recorrí una y otra vez la recientemente ampliada vía costera hasta La Entrada de norte a sur y de sur a norte buscando a mis informantes, la bellísima carretera E15. ¿O debería decir la Ruta del Sol? ¿O la Vía del Pacífico? ¿O la Ruta del Spondylus? No estoy diciendo que solo debería existir una, ya que los alcances geográficos de las tres vías son distintos (si no me equivoco la Ruta del Sol va desde Salinas hasta el sur de Manabí, la Vía del Pacífico va desde Mataje en Esmeraldas hasta Salinas y la Ruta del Spondylus incluye toda la Vía del Pacífico, más la Provincia costera de El Oro, más el norte de Perú). Sin embargo, sí debería haber una señalética coherente que ayude al viajero a llegar a su destino, especialmente para el tramo de carretera en que todas las rutas parecen coincidir, que es la vía costera de la provincia de Santa Elena.
Puede ser que los turistas nacionales ya estemos acostubrados a lidiar con la desinformación en nuestros viajes por tierra (además hay que admitir que los ecuatorianos preferimos mil veces bajar la ventana del carro y preguntar a los transeúntes antes que leer los letreros o buscar direcciones en un mapa); pero francamente si fuera una turista extranjera, hubiera dejado esta tierra linda sin saber a ciencia cierta qué fue lo que visité. Y si no, veamos las fotos de la señalética existente en este momento.
Señalética de la Ruta del Sol, atrás la de la Vía del Pacífico
Señalética de la Ruta del Spondylus
Señalética de la Vía del Pacífico/ E15
Quisiera aportar con algo. El día de ayer recorrí algunas de las «Rutas Turísticas». Fui de Guayaquil a Jipijapa, (XipiXapa como dice en su Terminal Terrestre), de Jipijapa a Puerto López, de Puerto López a Montañita y de Montañita a Guayaquil.
El la mejor de las teorías, pase por la Ruta del Café, la Ruta del arroz, la Ruta del Surf, la Ruta del Sol, La Ruta del Spondylus, la Ruta del Pacífico… que maravilloso viaje… de fantasía.
El problema de todas estas rutas, que profesionales le dedicaron su mejor esfuerzo e imaginación a desarrollarlas, son un fantasioso viaje a lo que todos queremos, un país mega diverso, con un turismo potenciado, donde a todos nos caiga unas gotitas de esa “lluvias de turistas”. Y es que, en la mejor y más sensata de la reflexiones, el problema se vuelve para los que ejercen de manera práctica la profesión: ¿dónde estoy?
Cuando un operador turístico vende esos maravillosos productos, esas rutas temáticas que vuelven fascinante el país y va a visitarlas, las primeras preguntas son: ¿De dónde a donde viene la ruta? ¿Qué otros puntos hay? ¿Me puedes dar un mapa? ¿Dónde estamos? lo que se vuelve solo una información de unos poco privilegiados que conocen y tienen a la mano toda la información desplegada respecto a las Rutas.
¿Qué es lo que se debe hacer? pues bueno aterrizar las rutas a la realidad más práctica de los ecuatorianos, de sacar la cabeza por la ventana del carro, pero en vez de preguntar ¿dónde estamos?, de que saquen la cabeza a decir, «gracias por todo, lindo lugar en la ruta…». Que en las guías de viajes encuentren información de cada una de estas rutas y que tenga coherencia con lo que encuentra.
¿Todo para qué?, para que el país tenga, «un turismo bien pensado».
Saludos Carlita.
El problema de toda la vida será la coordinación interinstitucional, entre sectores productivos y todo lo que gira alrededor del sistema turístico de nuestro país. Alguna vez se me ocurrió decir en el Ministerio que aprovechando la reconstrucción y ampliación de la carretera se podría hacer una buena limpieza de tanta señal basura y señalética obsoleta y poner una sola que cumpla con los estándares de señalización a nivel nacional e internacional, incluso normar el tipo de señales que hay en las carreteras y propaganda, pero bueno es muy radical el asunto y hay mucho dinero e involucrados de por medio.
Cuando todos pensamos que podemos hacer turismo desde nuestras instancias de trabajo y desde sectores «complementarios» sumado a una falta de rectoría de quien debería poner orden en este sector, no vamos a llegar a un cambio o mejor dicho crecimiento real de la actividad turística y sus elementos complementarios.
Será que algún día saldremos de ésta ignorancia que solo nos trae confusión y desencanto?
Gracias por sus comentarios. Yo veo que los temas van por un lado hacia una difusión y un uso efectivo de las rutas diseñadas y por otro lado hacia la coordinación interinstitucional para mejorar el sistema de señalética. En mi humilde opinión, la señalética turística debe dejar de ser un tema de coordinación interinstitucional y debe ser competencia de una sola institución centralizada. Espero poder ampliar sobre esto en un futuro próximo.
Lo que me ha gustado de esta entrada en particular es que yo no dije mucho, pero en cambio quienes comentaron dijeron bastante y reflexionaron mucho más profundamente, no solo aquí sino en Facebook. ¡Gracias nuevamente y saludos a todos!
Creo que el problema radica, en que pese a los esfuerzos, aún no logramos crear una sola cabeza que ejecute cada actividad no como esfuerzos individuales (entiéndase por estos como de una administración Ministerial a otra o de un cantón o parroquia), sino con un sola unidad de fondo. La idea es varias rutas es buena, ayuda a mostrar diferentes enfoques de un mismo lugar, crea idea de diversidad, pero, mal encaminadas dan una idea de desorden y desorientación.
Debemos de dejar individualidades a un lado y empezar a pensar como unidad de fondo bajo un criterio.