Turismo slow
Carlo Petrini, fundador del movimiento Slow Food, está en Ecuador y viene a dar una conferencia a la ESPOL el sábado. Sé quién es porque un buen amigo —seguramente él pensó que me hacía falta— me prestó un libro llamado «El elogio de la lentitud» de Carl Honoré. El libro es un respiro en estos tiempos de prisas: básicamente dice que no hay por qué apurarse siempre. Slow Food hace hincapié en el placer de sentarse a comer y disfrutar un plato preparado «lentamente»: elaborado en casa, con base en una receta tradicional, con ingredientes propios del lugar, o acompañado de un buen vino. Todo lo contrario a lo que representa la comida rápida.
Desde el punto de vista turístico, el movimiento Slow Food y su creciente número de adeptos en todo el mundo contituyen una oportunidad para el Ecuador de desarrollar productos turísticos relacionados a nuestro patrimonio gastronómico: no sólo hablo de los platos como atractivo turístico, sino de los ingredientes «endémicos» ecuatorianos, los mecanismos tradicionales de cultivo, pesca y recolección de ingredientes y sus formas de preparación. Pero viendo más allá: podría ser la semilla de otros productos turísticos slow en nuestro país: pueblos y comunas slow, paquetes slow, rutas turísticas slow, actividades slow.
El decálogo del viajero lento: (extraído de la revista SAVIA)
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Elegir una zona limitada, que no sea muy grande, de una región.
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Permanecer por lo menos una semana en el destino elegido.
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Escoger alojamientos pequeños, refugios, hoteles de pocas habitaciones, casas particulares o casas rurales, posadas, hostales.
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Frecuentar los mismos lugares para conocer y tener contacto con la gente del lugar, comprar en las mismas tiendas donde va la gente del destino.
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Evitar tener que desplazarse en coche cuanto sea posible, fomentando el contacto con la gente que facilita el desplazamiento a pie.
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Llevar menos guías turísticas y más libros del destino para entregarse al placer de la lectura.
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Dejar la cámara de fotos y contemplar o dibujar los sitios en un cuaderno de viaje.
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Hacer picnic.
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Pasear, montar en bici, mezclarse en la cultura de la gente.
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Dejarse llevar por el pensamiento de no hacer nada para desconectar por completo de la rutina diaria.
El patrimonio gastrómico del Ecuador favorece el turismo; definitivamente la inversión y reinversión en turismo gastronómico es necesaria, un buen sabor debe ir acompañado de una buena presentación, de esta forma el disfrute de los alimentos se vuelve más placentero. Despues de todo enamorarse del Ecuador por sus sabores es muy fácil.
Completamente de acuerdo… ¡y que el slow food sea la base para luego hacer slow travel!
Estoy de acuerdo: el turismo y la gastronomía «slow» parecen estar hechas pensando en nuestro Ecuador… Felicitaciones por el blog, está muy interesante!
El concepto es poderoso e importante. Comida buena que se disfrute, entre amigos y con un paisaje hermoso son una potente recarga del espíritu para el trabajo y la vida.
Los invitamos a conocer d•spacito – el primer espacio de Recreación Slow, pensado y creado especialmente para los chicos.
Chicos que a partir del juego, la creatividad y la imaginación desplegada en los talleres, revierten su actitud respecto al mundo acelerado en el que se encuentran, logrando relajarse y disfrutar de sus actividades.
Desacelerando recuperan sus propios ritmos, son niños jugando como niños y no niños jugando a ser adultos.
Nuestra propuesta es respetar sus tiempos y sus deseos a partir de situaciones placenteras, como principio para disminuir el stress y lograr una mejor calidad de vida.
La Recreación Slow que proponemos, acompaña a otras corrientes ya más avanzadas como el Slow Food o el Slow Work, manteniendo principios de la filosofía Slow general .
En palabras de Carl Honoré: Hacer las cosas en el ritmo correcto, reivindicando la calidad por sobre la cantidad. Descubriendo por sobre todas las cosas, que ser lento te permite disfrutar de la vida con placer .
“Sin necesidad de llegar primeros, sino transitando placenteramente el camino elegido”
Maria Celeste
d•spacito
RECREACION SLOW
http://www.d-spacito.com
http://www.d-spacito.blogspot.com
Esta nueva modalidad de turismo que propone disfrutar la vida sin prisas, se adaptaría perfectamente a nuestro País; puesto que este tiene una riqueza Innata Capaz de enamorar al ojo más exquisito que existiese en la Faz de la tierra.
Se podría adoptar algo incipiente de este movimiento y empezar primero por los platos típicos tal como se propone en el artículo, y si se pudiera más adelante combinarlo con otros productos turísticos slow; sin duda alguna nuestro País fuera uno de los mas competitivos ofreciendo disfrutar de los pequeños placeres de la Vida y combatiendo a la tan llamada enfermedad del siglo XXI, EL ESTRÉS.
Gracias Marcela por visitar el blog, comparto contigo y realmente pienso que Ecuador tiene mucho que ofrecer en este sentido. Saludos!
Creo que es interesante saber que el lugar que uno elije afecta mucho al ser humano. Mucho de los problemas actuales del hombre vienen por esta situacion de qeu todo se necesita y quiere YA. Hagamos un mea culpa y bajemos a la tierra.