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Cristal en los lugares más insospechados de tu casa

Encontramos el cristal o quizás más propiamente dicho el vidrio, en muchos lugares de la casa en los que quizás no lo barajamos como primera alternativa. Por ejemplo, hasta hace relativamente poco era muy normal poner mamparas de baño de plástico, que eran baratas y además se adaptaban a todos los tamaños de ducha y de bañera. Las mamparas de cristal eran excesivamente caras y por eso para muchos no eran una opción.

Hoy, las mamparas de cristal son las más solicitadas porque se ha demostrado que merecen la pena. Las de plástico no solo duran mucho menos, sino que enseguida se ponen feas y antiestéticas. Un factor que ha hecho que las mamparas de cristal sean más populares es que ahora son seguras porque se realizan con cristal templado que al romper lo hace en cientos de pequeños pedacitos que no cortan. Incluso para quienes quieren algo realmente original y diferente es posible personalizar estas mamparas con dibujos que las hacen únicas y perfectas para cada cuarto de baño.

También encontramos cristal en las barandillas de las escaleras. Si vives en un dúplex o en una casa de dos plantas puedes barajar la posibilidad de poner escaleras de vidrio con la barandilla de cristal. Esta opción queda especialmente bien porque no rompe la estética del salón al colocar algo que supone un obstáculo visual. Si buscas alguien para que te haga las barandillas de cristal en Madrid en este enlace puedes encontrarlos. Las barandillas de cristal también encajan con escaleras de otros materiales, sobre todo si se trata de una escalera estrecha, porque el cristal hará que los escalones no se vean tan encajonados.

Incluso hemos visto ya en más de una ocasión cristal en el suelo, algo que puede parecer increíble. Se trata de suelos realizados con gruesos bloques de cristal, totalmente transparentes y capaces de soportar el peso de las personas y de los muebles como cualquier otro material. Una experiencia que puede ser excesiva para muchos, por lo que hay una versión un poco más suave, que es la de, sobre un suelo normal, colocar otro de cristal y poner alguna decoración entre ambos. Se suele utilizar para los pasillos o incluso para el centro de determinadas habitaciones. Por ahora, es una opción muy cara para poder utilizarla en cualquier hogar, pero quizás en algunos años sea una alternativa viable.

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