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La situación de los trabajadores y trabajadoras en Italia todavía presenta muchos puntos críticos, y esto también se puede ver cuando se decide tener un hijo, según nos cuentan en padresseparados.com

En estos casos surge claramente que las protecciones legales y, sobre todo, su aplicación concreta, así como las ayudas que ofrece el llamado estado del bienestar , ciertamente no son suficientes para apoyar a los padres en una fase importante y delicada .

Y también está muy claro cómo muchos de los problemas giran en torno al tema de la igualdad de género , que sigue representando un obstáculo insalvable para la vida profesional y privada de muchas personas.

El permiso parental también es para los padres

Como señalan los juristas, existe un extraño contraste entre el hecho de que la igualdad de género entre trabajadores y trabajadoras ya haya sido sancionada por la Constitución, en el artículo 37, y la extrema lentitud con la que este principio se ha traducido en disposiciones capaces de concretar ayudar a todas las personas que se dedican a una actividad laboral. 

Las primeras normas específicas para la protección de las madres datan de los años setenta del siglo pasado y habrá que esperar hasta la década de 2000 para la introducción de salvaguardas y la posibilidad de disfrutar del permiso parental también para el padre trabajador . El mayor obstáculo, desde este punto de vista, es sin duda de carácter cultural, ya que aún hoy está muy extendida la idea de que el rol de los padres y la carga

Permiso parental, permiso de maternidad y permiso de paternidad

Repasamos rápidamente los derechos de los padres trabajadores, remitiendo para una información más completa a las fuentes normativas , incluidas las que rigen en las distintas áreas y supuestos.

La madre tiene derecho a una licencia de maternidad obligatoria que, en ausencia de otros problemas relacionados con el embarazo, cubre 5 meses. Los 3 meses posteriores al nacimiento se extienden al padre en caso de muerte o enfermedad grave de la madre, o en situaciones de abandono o custodia exclusiva. También se debe un permiso máximo de 5 meses al padre oa la madre en caso de adopción , a disfrutar dentro de los 5 meses siguientes al día siguiente al de la entrada en la familia del hijo o hija.

El padre trabajador tiene derecho al permiso de paternidad obligatorio dentro de los 5 meses desde el nacimiento del hijo (o desde la entrada en la familia en caso de adopción o acogimiento); para 2021 , es igual a 10 días, a los que se le puede agregar uno opcional.

El permiso parental (es decir, la posibilidad de que uno de los padres se tome un tiempo libre del trabajo) depende tanto de la madre como del padre , por un máximo de 6 meses para cada padre, dentro del duodécimo año de vida del niño y por un máximo de 10 meses entre los dos padres, que puede elevarse a 11 bajo ciertas condiciones. La licencia por enfermedad del hijo se concede al padre ya la madre sin límites hasta los 3 años del hijo y asciende a 5 días por progenitor hasta los 8 años del hijo.

Más allá del permiso parental: las normas contra la discriminación

Detengámonos en particular en algunas normas incluidas en el Decreto Legislativo de 26 de marzo de 2001, N° 151, denominado Ley Refundida sobre la protección y apoyo a la maternidad y paternidad (que, a su vez, incorpora las normas anteriores), y que tienen por objeto para evitar algunas conductas discriminatorias , cuyas víctimas son principalmente las trabajadoras.

Se enfatiza la prohibición de la discriminación por razón de sexo, reiterando que la maternidad o la paternidad no deben causar un trato menos favorable en el ámbito laboral , por ejemplo en la asignación de funciones o la progresión profesional.

Del mismo modo, salvo en casos específicos, no es posible despedir a una trabajadora desde el inicio del período de embarazo hasta el primer cumpleaños del hijo (la prohibición de despido también se aplica en el caso de acogimiento o adopción). La trabajadora despedida tiene derecho a ser reincorporada a su puesto de trabajo presentando, dentro de los 90 días siguientes al despido, la documentación relativa a su estado de embarazo o puerperio.

Las renuncias voluntarias presentadas por la trabajadora embarazada , o por la trabajadora o el trabajador durante los primeros tres años de vida del hijo, o en los primeros tres años si se trata de un menor acogido o adoptado, están sujetas a validación por el servicio de inspección de el Ministerio del Trabajo . Esto se debe a que, como veremos, no son raros los casos de abuso perpetrados especialmente contra las trabajadoras.

Durante el embarazo y hasta 7 meses después del parto, las mujeres no pueden ser asignadas a trabajos peligrosos, agotadores o insalubres y la exposición al riesgo debe evaluarse cuidadosamente teniendo en cuenta estas condiciones específicas. Asimismo, durante el embarazo y durante el primer año de vida del niño, la trabajadora no realiza trabajo nocturno . La trabajadora también tiene derecho a permiso retribuido para la realización de los controles de control del embarazo y para las visitas al especialista.

Durante los períodos de permiso parental, la madre y el padre tienen derecho a conservar su puesto de trabajo ya reincorporarse al término del mismo, sin que la ausencia dé lugar a un descenso de categoría u otra forma de reducción de sus derechos.

Derechos negados y abiertamente violados

Lamentablemente, aún existen muchos casos de vulneración de los derechos de las trabajadoras en relación con el embarazo y la maternidad/paternidad. La emergencia pandémica , como ya hemos destacado en este artículo, ha agravado aún más la situación , que ve a las mujeres como las principales víctimas.

La brecha de género (es decir, la brecha de derechos entre hombres y mujeres, con un impacto significativo también en el aspecto económico) es evidente, oculta, incluso en la fase de contratación de un puesto de trabajo. Todavía existen numerosos casos de empresas que no están dispuestas a contratar a mujeres que supuestamente deberían decidir tener hijos . Si bien las preguntas en este sentido están expresamente prohibidas durante las entrevistas de trabajo, por ser gravemente discriminatorias, sigue siendo una práctica que se registra con frecuencia, incluso de forma implícita o subrepticia , como revela, por ejemplo, una investigación realizada por Save the Children [1 ] .

Son muchas las trabajadoras que denuncian ser presionadas , de forma más o menos directa, por parte de los empleadores para evitar planificar embarazos y renunciar a permisos o flexibilidad horaria por maternidad. El derecho al retorno se ve, de hecho, reducido por una degradación frecuente : se utiliza a las trabajadoras para llevar a cabo tareas quizás similares a las que antes se cubrían solo en el papel, pero, de hecho, menos calificadoras y más penalizadoras en términos de progresión profesional, que está seriamente amenazada.

Muchos informan que han sido intimidados regularmente y han sido inducidos a renunciar a su trabajo. El problema de las renuncias “voluntarias” (pero en realidad causadas por una actitud que lesiona gravemente la dignidad del trabajador) sigue estando muy extendido [2] , junto con la persistencia de solicitudes contrarias a la ley como la firma de papeles de renuncia en blanco.

Todavía existen fenómenos como el uso desequilibrado de los permisos parentales entre hombres y mujeres . Aunque a lo largo del tiempo ha habido una mayor demanda por parte de los padres de tomar licencias parentales , la influencia de la cultura que asigna el rol de cuidado de los hijos en claro predominio a las mujeres aún hace que su peso se sienta con fuerza y ​​diferentes padres trabajadores reportan presiones directas o indirectas para evitar las licencias parentales . marcharse , haciendo que el objetivo de la igualdad esté todavía muy lejos.