Si eres de esas personas a las que le gusta ahorrar deberías de empezar a aprender a manejar la aguja si no lo has hecho todavía, porque saber coser es todo un ahorro. Por ejemplo, una cremallera normal y corriente para cualquier prenda de ropa puede costar dos o tres euros, pero cuando acudes a que te la cosan te pueden cobrar hasta diez veces más por el trabajo.
Y lo mismo ocurre con otras muchas cosas que puedes necesitar muy a menudo, como subir el alto de los pantalones o estrechar una falda cuando has perdido peso. Todas esas cosas, a lo largo del año, suponen bastante dinero y eso por no hablar de lo que nos gastamos en ropa.
Cuando miras la ropa de diario encuentras que hay opciones muy económicas y quizás pienses que no vale la pena coser cuando puedes comprar ropa a ese precio pero, ¿cuántas personas vas a ver a lo largo del día con tu mismo pantalón o la misma falda? Cuando se cose algo para uno mismo se eligen todos los detalles, desde la tela hasta el corte que se le va a dar a la prenda y el resultado es siempre personal y totalmente diferente a la ropa de confección de tiendas.
Si ya hablamos de ropa para días especiales, entonces la diferencia todavía es mayor. Los trajes para bodas y para eventos son realmente caros y en ocasiones ni siquiera tienen cortes que sean excesivamente favorecedores si no se tienen medidas totalmente estándar. En cambio, al realizar un vestido una misma es fácil encontrar la forma de encajar el vestido en tu cuerpo en lugar de tratar de que tu cuerpo encaje en el vestido.
No tendrás que preocuparte por si alguien más va a llevar el mismo vestido ya que no habrá otro como el tuyo. Tienes en http://tejidosparedes.net tejidos de calidad para confeccion de ropa y en Internet y en las revistas especializadas puedes bajarte patrones muy originales. Solo tendrás que cambiar detalles para que el vestido sea totalmente a tu gusto y además lo suficientemente diferente del patrón para que no pueda haber réplicas.
Tendrás un vestido que se ajustará a ti, con un corte que te gusta y que te favorece y, además, con un precio que encaja perfectamente en tu economía, ya que solo tendrás que pagar los materiales para su confección.
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