¡Cuidado!
Mucho cuidado con estos alimentos. No son para nuestras mascotas.
Mis queridas mascotas
Mucho cuidado con estos alimentos. No son para nuestras mascotas.
Muchísimas veces me ha pasado que quienes me visitan y ven a mis gatos por primera vez me preguntan por su raza; siempre respondo sin vergüenza: Crica. ¿Crica?-preguntan-. Sí, criollo + callejero-respondo-. Luego surgen las típicas preguntas de «qué les doy», la respuesta es lógica: su alimento… y agua.
El trato tiene mucho que ver. Muchas veces he visto perros o gatos de raza que solo dan lástima. Que se nota que no reciben atención, mucho menos amor. Por eso me parece que nunca está de más hablarles de cuánto nos importan nuestras mascotas y que si están sanas y lindas es simplemente porque nos aseguramos de que no les falte nada. Ni siquiera es caro mantenerlos, es más bien una cuestión de responsabilidad. Justo algo que no a todos se les da muy bien.
Cuando alguien me dice que también quisiera adoptar una mascota, lo primero que hago es recomendarle que busque en la fundación Rescate Animal pues ahí yo muchas veces he acudido para poner en adopción algún animalito que he rescatado y siempre he encontrado muy buenos hogares.
¿Por qué adoptar y no comprar? Pues aparte de la respuesta más lógica que es: porque adoptar una mascota te sale gratis. En realidad detrás de esto hay más razones; las principales son que al comprar se está apoyando la explotación de animales que son obligados a reproducirse una y otra vez para vender a precios muy altos a sus crías. Otra razón es que los animales en adopción (por lo general no son de raza) tienen también sentimientos y derecho a un hogar; de hecho lo necesitan urgentemente. Cabe aclarar que no tengo nada en contra de los animales de raza; de hecho, yo misma he tenido un husky siberiano y un cocker spaniel, simplemente quisiera que la gente dejara de hacer de menos a los que no son de ninguna raza.
Aquí dejo algunas fotos de mis «cricas»:
«Los hombres han olvidado esta verdad- dijo el zorro-, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado.»
El Principito es sin duda alguna mi libro favorito. Aunque muchos me digan que es un cuento para niños, a mí me parece que sus mensajes van mucho más allá de una moraleja infantil.
Esta frase en particular es una (de algunas) que se me ha quedado gravada y en la que pienso constantemente.
Muchas personas no logran entender que los animales tienen también sentimientos y así como nosotros nos encariñamos con ellos, ellos se encariñan con nosotros. Me parece terrible que hayan tantos animalitos callejeros que alguna vez tuvieron un hogar pero que sus dueños decidieron abandonar.
Yo no podría.
Una vez leí una frase muy bonita que ya no recuerdo literalmente pero decía algo como: cuando hayas ayudado sin pensar en que te devuelvan el favor algún día, habrás ayudado de verdad.
Me gustó esta frase porque me sentí identificada con ella. Siento que las personas muchas veces «ayudamos» pensando en alguna retribución posterior. Por eso ayudar a un animalito me parece un acto lleno de sinceridad y desinterés.
En el trabajo de mi papá había una gata (callejera) a la que los empleados solían alimentar. Un día fue atropellada y mi papá recordó que hace una semana había parido pero había escondido a sus gatitos. Los buscó y una vez hallados, los trajo a casa.
Cuidar gatitos no es nada fácil. Hay que asearlos, estimularlos constantemente, alimentarlos con mucho cuidado y se duerme poco. Requiere tiempo y paciencia.
Sin embargo es algo que hago con mucho gusto.
He decidido que el tema de mi blog sean mis mascotas, es decir, todas ellas; las que tuve hace ya mucho tiempo y las que tengo ahora. ¿Por qué? Porque si bien cada persona desarrolla un nivel distinto de sensibilidad y amor por los animales, en mi caso particular éste es muy alto. Desde muy pequeña tuve como parte de mi hogar alguna mascota. La mayoría han sido gatos, pero también tuve dos perros a los que quise muchísimo (uno falleció de viejo y el otro se lo robaron pues era un lindo husky siberiano).
Ésta es una foto con mi primera gata: Pinina.
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