El Bufon
El bufón no es más que el truhán o gracioso que tenía por oficio hacer reír a los poderosos con sus palabras, acciones y chocarrerías. Lo usual es que fueran personas con características físicas fuera de los habitual, como: jorobados, enanos, etc. Por lo que se reían más de sus defectos que de sus chistes.
Se piensa que los bufones son exclusivos de la Edad Media y comienzos de la Moderna, pero lo cierto es que los cómicos que han vivido de sus gesticulaciones, chistes y piruetas han existido desde hace milenios.
Ya figuraban los bufones en Grecia y Roma ejerciendo su papel. En Grecia, los atenienses no desdeñaban oír a los más viles bufones en los mismos teatros en que se presentaban las creaciones de Sófocles y de Eurípides.
El mundo pagano cedió los bufones al cristianismo, pudiendo seguir sus huellas en el Digesto, en el Isidoro de Sevilla y otros historiadores de la época. En el siglo V comienzan ya a recibir el nombre de juglares.
Posteriormente los bufones se diferenciaron de los cantores de amor que con el laúd al hombro recorrían los castillos, hecho que quedó patente cuando Rodolfo de Habsburgo desterró a los juglares de su corte conservando no obstante a su lado a su bufón Capadoxo.