Lejos quedaron los días en que las ideas eran impuestas por mis maestros, profesores, padres o amigos acerca del tema religioso. Con el tiempo todos y cada hemos forjado, o por lo menos hemos tratado, nuestro propio concepto de lo que es Dios y lo que significa en nuestras vidas. Sin lugar a dudas, si hiciera la pregunta a cada uno de ustedes en este momento, sabrían darme, aunque sea a breves rasgos, un concepto o idea de lo que es Dios en su vida. Seguramente, muchos de estos serán frases prefabricadas que he escuchado un millón de veces; ya que los conceptos muchas veces pertenecen a una etiqueta a los que muchos acceden, llamada religión.
Personalmente, yo no soy una persona que le gusten las etiquetas, pero hace mucho que identifiqué la corriente a la cual pertenece mi forma de interpretar lo que es Dios: la llaman Deísmo. Pero, ¿Qué es deísmo?, muchos se preguntarán con premura; pero el fin último de estas líneas no es explicarles aquel muy conocido, antiguo y muchas veces mal usado concepto de Deísmo. Para ser más ilustrativo, creo que es necesario mencionar algunos de los más grandes seguidores de esta corriente: Washington, Voltaire, Sócrates, Platón, Aristóteles, Franklin, Edison, Jefferson, Robespierre, Galileo, Newton, entre otros. Muchos de los cuales les sonarán conocidos por muchos motivos. Pero creo que la pregunta aún persiste, entonces contestaré de la mejor manera: un deísta es aquel que se inclina a creer en la existencia de algún ser superior, pero no practica ninguna religión. Así, uno de los principales postulados de esta doctrina está basado en la creencia de que Dios existe y creó el universo físico, pero no interfiere con él. Critica fuertemente los dogmas, encontrándose insatisfecho por lo que plantean las religiones tradicionales y cuestionándose acerca del hecho de la existencia de un Dios solo por fe, más no como una verdad divina.
Ateo disfrazado diría muchos, pero esto va mucho más allá que un simple creer o no creer, es una búsqueda constante de información y cuestionamiento acerca de aquellas cosas que muchos dan por hecho, pero que para un deísta no están tan claras y evidentes; ya que la racionalidad de su ser sobrepasa su credulidad, lo cual los empuja constantemente a plantear dilemas de todo tipo (morales, religiosos, existenciales, etc.).
Siguiendo ciertos «mandamientos» para poder identificar que es ser un deista, se puede identificar facilmente de con estos diez puntos:
1-Crees en Dios, pero no aceptas los credos de ninguna religión particular.
2-Creen que la palabra de Dios es el Universo y la naturaleza, pero no libros sagrados escritos por humanos.
3-Te gusta usar la razón para reflexionar acerca de cómo puede ser Dios, en lugar de que adoctrinen sobre Él.
4-Crees que las ideas religiosas deben reconciliarse y no contradecir a la ciencia.
5-Crees que Dios puede encontrarse con más facilidad fuera que dentro de una construcción religiosa.
6-Disfrutas de la libertad de buscar la espiritualidad por ti mismo.
7-Prefieres guiar tus opciones éticas a través de tu conciencia y reflexión racional en lugar de por el dictado de libros sagrados o autoridades religiosas.
8-Eres un pensador individual cuyas creencias religiosas no se han formado por la tradición o la autoridad.
9-Prefieres considerarte racional o espiritual antes que religioso.
10-Crees que la religión y el Estado deben estar separados.
No sé si en realidad muchos de ustedes se han planteado aquellas dudas o si aunque sea solo por una vez se les ha ocurrido plantearse la idea de cuestionar la existencia de un ser superior o de un Dios como lo conciben la mayoría de religiones, pero para mí es una interrogante constante que me obliga a reflexionar sobre muchas cosas. Dios como arquitecto del universo físico me parece más lógico que un Dios manipulador, el cual regula cada una de las cosas que nos pasan, cual ajedrecista con sus piezas en el tablero. Ese Dios omnisapiente, todopoderoso y omnipresente es lo más cercano a mi descripción de lo que es: Omnisapiente, porque tuvo que tener un conocimiento gigantesco para crear las bases del universo; todopoderoso, para poder fraguarlo y omnipresente, porque es en su creación donde se puede evidenciar indirectamente su verdadero poder y existencia. Sin embargo, muchas veces he contemplado la idea de un Dios inventado por los hombres y no un hombre creado por Dios. En busca del conocimiento y las respuestas a dichas dudas estaré toda mi vida, hasta que quede satisfecho con todo aquello que sé, sin la necesidad de merecer la aprobación o comprobación de alguna de mis teorías; porque lo que más valoro de la humanidad es mi libertad de razonar.
