Rafael Herbas, formador de campeones en natación

Amable y de forma pausada al hablar, nos dice que prefiere el anonimato. Rafael Herbas Muñoz, jefe técnico del club deportivo Diana Quintana (km 2,5), de 43 años, puede sentirse satisfecho de los logros personales y de los que han tenido sus estudiantes en competencias dentro y fuera del país. “Las medallas se recogen, pero en el entrenamiento es cuando se ganan”,  asegura.

Empezó su actividad en una piscina a los 7 años, aprendió en el club Thoret. A los 18 comenzó a dar clases y desde allí no se ha detenido. “Amo la natación, como dicen no es trabajo cuando uno hace lo que le gusta”, señala.

Se lo puede observar en el club deportivo, de lunes a sábado, desde temprano cuando sale el sol hasta cuando ya se oculta. Nos recibió para la entrevista cerca de las 18:30, hace tres semanas, a esa hora él estaba pediente de la preparación de un grupo de deportistas que integran la selección provincial de natación que participa en los juegos nacionales juveniles.

Como un guía, amigo y motivador lo considera Joseph Macías, de 15 años, uno de sus alumnos, quien es campeón sudamericano y se alista para ir a una competencia mundial en Toronto, Canadá, que será en agosto de este año. Ese día él también estaba practicando. “Me ha enseñado con mucha paciencia, sabe mucho. Ha formado mi carácter como deportista, es excelente formador de campeones”, dice.

Yamilé Bahamonde, de 28 años, otra de sus estudiantes. Dice que él aportó en su formación para clasificar a las Olimpiadas de Pekín. Afirma que ir al torneo no es fácil ya que se exigen requisitos, como hacer el tiempo y la marca que piden. “Se necesita una buena preparación y todo entrenador tiene que motivar, ser responsable, disciplinado, él lo es. Se preocupa por prepararse, ha sido mi entrenador desde el 2003”.

Rafael durante su carrera deportiva fue seleccionado de la provincia del Guayas en torneos interprovinciales y juegos nacionales, y en el ámbito internacional en la Copa del Pacífico, sudamericanos juveniles , y Juegos Odesur.

“Fui a juegos deportivos sudamericanos y obtuve medalla de bronce, fui medallista en relevo”.

Él empezó a dar clases en el club Thoret a los 18 años y estuvo allí durante nueve años.

La llegada de su hija Paula, su primogénita, lo inspiró a continuar con su preparación, al punto que obtuvo una beca para estudiar en la Universidad de Leipzig, en Alemania, donde se especializó en natación. La beca la obtuvo en un concurso que realizó dicha universidad en el país.

“Dentro de las materias había Medicina, Pedagogía, Psicología y Masajes. Tenía que saber dónde se inserta el músculo, dar primeros auxilios, entender todas las cosas que pasan en el deporte, no me gustaba la medicina ni la Biología”, comenta. “No bastaba con saber nadar, era un aprendizaje completo”, indica.

Aparte de los conocimientos manifiesta que es necesario entender al deportista, con capacidades pedagógicas y creando un ambiente de confianza y motivación.

Dice que su preparación es permanente, siempre debe estar leyendo, yendo a cursos y actualizando sus conocimientos. “Nunca se termina de aprender. Si veo una cosa que yo no conozco en un mundial yo me le acerco al técnico y le pregunto cómo se hace, y aun cuando uno comete errores lo ideal es cambiar lo que no funcionó”, señala.

Además de la natación gusta del karate y del taekwondo y pasar tiempo con su familia, a quienes agradece el apoyo y comprensión cuando debe salir del país por los torneos.

Dicen de él
“Es un motivador innato, siempre me ha enseñado con mucha paciencia, sabe mucho. Él ha formado mi carácter como deportista”.
Joseph Macías
Alumno de Rafael

 

Obra teatral congelará a los más pequeños

Elenco de Congelados que se estrena el 5 de julio.

Elenco de Congelados que se estrena el 5 de julio.

‘Congelados’ es una adaptación teatral de la película animada Frozzen que estará en cartelera todos los domingos de julio, desde el 5, en el Teatro del Ángel (Bálsamos 620 entre Ficus y Las Monjas).

La puesta tendrá a nueve actores de Cajita de Oro en escena, tres de ellos bailarines, bajo la dirección de Mónica Lara, quien explica que eligieron este filme por la aceptación que ha tenido en el público infantil desde que se estrenó hace un par de años.

Entre las modificaciones añadidas, Mónica señala la parte coreográfica con temas musicales; además, algunos personajes como el reno, que en la película no habla, cobrarán vida con sus diálogos y varios objetos serán representados por los actores.

Otras de las innovaciones serán los efectos como flash, humo, juego de luces y burbujas en las escenografías.

Casa Teatro, nuevo espacio para microteatro en Urdesa

Escena de Nada es absoluto dirigida por Miguel Flores.

Escena de Nada es absoluto dirigida por Miguel Flores.

Con el objetivo de llegar a convertirse en un espacio de encuentro y difusión del trabajo teatral de quienes conforman la escuela actoral Proescena, se inauguró Casa Teatro hace aproximadamente un mes. Este nuevo espacio está ubicado en avenida Las Aguas 1013 entre Ilanes y Jiguas, Urdesa central.

El concepto del lugar, cuenta Luis Aguirre, actor y director del espacio, es el de presentar obras de teatro en formato corto con duración de 30 minutos. “El microteatro tiene buena aceptación en Europa, aquí en Guayaquil está surgiendo”, dice. Agrega que en su caso, el proyecto nació ante la necesidad de presentar sus trabajos teatrales en espacios propios, dirigidos para un número reducido de espectadores. “A teatros grandes es un poco más difícil poder acceder, así que comenzamos a estudiar las posibilidades y se dio”, dice.

Así, en la casa que utilizan para impartir los talleres de teatro, adecuaron dos dormitorios, cada uno con capacidad para 25 asistentes, en donde cada viernes y sábados, a partir de las 19:30, presentarán dos obras diferentes simultáneamente. Esta semana estarán Nada es absoluto y El striper. La entrada cuesta $ 5 para cada una de las obras.

Otro de los objetivos es el de servir como escenario para que actores de otros elencos o independientes, puedan presentar sus obras cortas.

Cinco huecas conocidas por su sazón

 

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Empezaron con lo básico: un pequeño espacio, pero con lo más importante, buena sazón, aquella que los mantiene hasta ahora entre las huecas preferidas de Miraflores, Urdesa y Kennedy.

Marcela Molestina, por ejemplo, comenzó hace treinta años en la esquina de Cedros y Víctor E. Estrada, al pie de Plaza Triángulo, con una pequeña carreta que ella misma empujaba hasta un garaje cercano todas las noches luego de su jornada. Los sándwiches de chancho como producto estrella y el nombre de su negocio, Miss Peggy, continúan hasta ahora.

Recuerda que en aquella época tuvo que pasar por muchas adversidades, entre ellas, el descontento del centro comercial y la persecución de los trabajadores municipales. “Era terrible, fue en la época de los Bucaram, no me daban el permiso, pero me decían que siga y luego me pedían coimas y se me llevaban el producto”, cuenta Marcela, quien resalta que ahora tiene los permisos correspondientes en uno de los quioscos que instaló el Municipio luego de la regeneración urbana en el sector, aunque dice que el cierre de la calle y la inseguridad ha ocasionado baja en sus ventas. Pese a eso, se siente satisfecha por conservar a muchos de sus clientes. “Algunos han venido de enamorados y después ya vienen con sus hijos, son muchos años ya, fui la primera que se atrevió a poner una carreta aquí”, dice con una pícara sonrisa quien ahora da trabajo a ocho personas, pues hace quince años también abrió un restaurante en la ciudadela Quisquís.

Asimismo, La Carreta del Jefe, en Bálsamos y Costanera, es conocida desde hace más de veinte años. Ahí, el mentalizador fue Jorge Tigua, un manaba que luego de emigrar a Guayaquil, no tuvo mejor idea que mandar a hacer una carretilla para vender hamburguesas en la noche. La fórmula le resultó todo un éxito y con aquel esfuerzo pudo traer y mantener a sus siete hijos, aunque ya hace algunos años se retiró del negocio por problemas de salud y dio paso a su hijo Jorge y a su nuera. La esquina continúa concurrida como una opción para comensales noctámbulos.

Y es que la noche es la aliada de muchos rincones donde el hambre y el sabor se encuentran. Uno muy nombrado en Miraflores es El Bohemio, gracias a la particular denominación de sus hot dogs, mandingo, que vende a $ 2,75. “Es porque son grandes”, aclara entre risas su propietario, el riobambeño Humberto Machado, quien lleva 7 años en calle Primera y av. Central.

Ahí, cuando cae la tarde, estudiantes y oficinistas se acercan en busca de un ‘mandingo’. El nombre lo atribuye al gran tamaño de su producto estrella. Humberto cuenta que al principio el negocio era un restaurante de su esposa, el que abandonó a la primera semana. “Yo me hice cargo, pero también estuve a punto de tirar la toalla”, comenta este hincha del Olmedo. Hace hincapié en las mejoras que realizó hace poco a su local y habla orgulloso de lo bien que le va en su negocio.

“Aquí viene el pueblo pueblo, trabajamos todos los días del año”, refiere. Acerca de su secreto para continuar tan bien en el negocio cuenta que se debe a los precios razonables, a la calidad de sus productos y a la atención de primera que brinda a sus clientes, pues aunque ahora cuenta con ocho trabajadores, él siempre está presente.

Agrega que entre sus planes está abrir más locales en diferentes puntos de la ciudad, uno de ellos será Urdesa.

El carisma y perseverancia son características valiosas en quienes se mantienen en este tipo de negocios, así lo demuestra Johnny Vera, más conocido como ‘Don Johny’, en Kennedy Vieja. Él empezó con la venta de bollos hace 15 años, primero con una bicicleta en la esquina del edificio Medicorp, por 11 años, de ahí estuvo un año en una vereda del centro comercial Las Vitrinas, y luego pasó a un garaje donde permaneció 2 años. Hace 3 meses encontró nueva ubicación en un pequeño local en Francisco Boloña y calle Cuarta, frente al colegio Praga. “Tengo problemas porque como tengo clientela, les incomoda donde alquilo que se amontone la gente”, dice. Pese a sus repetidos cambios, don Jhonny no se aleja de la zona por lo que puede ser encontrado por sus clientes.

“Me buscan porque es económico y fresco, mi estilo es algo rápido, a lo criollo como los agachaditos, piden comen y se van”, cuenta.

Recuerda que cuando empezó en la bicicleta sus clientes conocían su hora de llegada al sector y lo esperaban. “Siempre ha sido a partir de las 17:30 a 20:00 de lunes a viernes”. Su esposa, suegra, cuñado y su papá le ayudan en el negocio, su hermana ha implementado una línea de humitas y hayacas, cada una se vende a $ 1,50. “El talento es de mi papá, que es de Manabí, él vendió bollos aquí en Guayaquil por 35 años y nos deja esta herencia con la que puedo mantener a mis tres hijos”. Se promociona también en su cuenta de Facebook Bollos Humitas y Hayacas Don Jhonny.

Si de desayunos se trata, llegamos a Buen Provecho, que está en la av. Central y calle Primera de Miraflores. El sitio comenzó hace 6 años como una cafetería donde los bolones y tigrillos se convirtieron en los protagonistas. Su propietaria, Íngrid Beh, cuenta que luego implementó almuerzos y servicio a domicilio, actualmente atiende de 07:30 a 15:00, de martes a sábado y el domingo, de 08:00 a 11:30.

El gusto de la sal prieta, verde, huevos y jamón son los ingredientes del tigrillo, plato típico de la provincia de El Oro que cuesta desde $3,50 hasta $ 5,50 y es el más apetecido, sobre todo los fines de semana. Íngrid abrirá otro local en el centro en el 1 de julio.

Salud mental y física con el huladance

Sesión de respiración previo al movimiento.

Sesión de respiración previo al movimiento.

El ambiente musical invita a la relajación, los martes y jueves por las noches en las clases de Huladance, que Andrea Salinas imparte en una vivienda de Costanera 1223 y Bálsamos, Urdesa Central.

En un amplio patio abierto, cerca de ocho mujeres forman el grupo de alumnas que desde las 19:00 van llegando con ropa cómoda. Cada una va tomando un aro y hacen piruetas mientras empieza la clase. A las 19:30 se acomodan en círculo y al ritmo de la envolvente melodía instrumental empiezan con respiración y meditación, luego, con los movimientos corporales, al ritmo que dirige Andrea. Ella cuenta que el huladance es una tendencia que surgió hace diez años en EE.UU. y que en nuestro país algunos grupos ya lo practican como una rutina fitness. “Es una corriente grande que nació en San Francisco, salió de los circos, llegó a las fiestas y de ahí creció”, cuenta Andrea, quien lleva ocho años en esta práctica.

“Cuando yo empecé no había nada, ahorita ya hay chicas que están haciendo hula en varios países, por suerte aquí en Ecuador tenemos un movimiento grande, sobre todo en Quito, donde se practica en espacios al aire libre y algunos son gratuitos”, dice.

Físico y emocional
La instructora explica que las medidas estándar de los aros para adultos son entre 36 y 40 pulgadas de diámetro con un ligero peso, necesario para ayudar a mantener el balance al hacerlo girar. “En la primera clase les enseño la técnica correcta para empujar el aro, importante para proteger la espalda”.

Con el hula se realizan ejercicios cardiovasculares de bajo impacto que involucran a todo el cuerpo, con el trabajo de la zona pélvica incluso se mejora la libido, asegura Andrea. Para el baile se utiliza música electrónica, así además de hacer girar el aro en la cintura, se logra también con brazos y piernas. “Al comienzo puede existir cierta dificultad, pero una vez que el cuerpo se familiariza con el aro hay un despunte de expresión corporal”.

Entre los beneficios, Andrea habla del trabajo integral del cuerpo, desarrollo de coordinación y habilidades motoras. “Uso el aro como herramienta para trabajar también la parte emocional, es como un juego que nos divierte, relaja y nos abre mucho a la conexión con el interior”, expresa. El valor mensual del taller es $ 55.

El objetivo de los lugares de entretenimiento familiar son los niños

El Village Plaza ofrece actividades lúdicas como shows de magia dentro de su programación anual.

El Village Plaza ofrece actividades lúdicas como shows de magia dentro de su programación anual.

La nueva temporada artística en el Teatro Sánchez Aguilar comenzó hace un mes con dos obras dirigidas al público infantil: Nidos y Otto, de la agrupación española Teloncillo. Según Ramón Barranco, director artístico del teatro, ambas propuestas fueron un éxito, ya que la sala se llenó en un 60%, siendo la primera vez que el teatro se arriesgaba a ofrecer una alternativa para niños hasta 5 años de edad.

Según Barranco, de esta forma se marca un antecedente en el teatro, por cuanto uno de los proyectos en este año es darle más apertura y protagonismo al público infantil. “Desde el primer año del teatro pensamos en los niños, pero lastimosamente no nos llegaba mayor variedad de propuestas, en el mercado no había mucho material a disposición, ahora es diferente, nosotros lo hemos solicitado porque vemos la acogida que tienen estas propuestas y tenemos que darle al público lo que pide”, dice.

Estas dos obras de inicio de temporada se presentaron en un área del lobby, que tiene una capacidad para 150 personas. Barranco asegura que unos 100 niños acudieron a ambas presentaciones.

Para él, atender al público infantil es muy importante. “Nosotros tenemos que crear público y los niños son nuestro público adulto del futuro. La probabilidad de que una persona que fue al teatro de niño lo siga haciendo de adulto es muy alta, debemos aprovecharlo”, sostiene.

Esta apreciación se confirma con los resultados de una investigación de mercado relacionada con el mundo de las artes escénicas, que presentó la revista Confluencias en septiembre del año pasado y que fue una iniciativa del teatro financiada por los municipios de Guayaquil y Samborondón, que determinan que la mayoría de adultos que visitan un teatro con frecuencia acudieron desde pequeños.

De una muestra de 2.000 encuestados, el 17% contestó que ha asistido al teatro en los últimos dos años y de este porcentaje, el 45% manifestó que lo hace desde niño.

Barranco asegura que la idea es seguir ofreciendo material dirigido a los más pequeños. Este fin de semana, sábado 27 y domingo 28, se realizarán las últimas funciones de Gali Galápagos, una producción del Teatro Ensayo Gestus, que busca enseñar a los niños el cuidado de la naturaleza y los medios para salvar a la Tierra de la contaminación.

Otra obra próxima es Guagüitas, del grupo Teloncillo, en coproducción con una agrupación quiteña que se llama Fundación Círculo, y que se estrenará el 4 y 5 de julio, y que habla sobre el recurso del agua y su correcto uso.

Además, hay talleres de teatro que se imparten un día a la semana bajo la dirección de Aleida Santiago. También está la matiné cultural, que realizan año a año, en la que el niño disfruta de un día entero en el teatro, con el fin de despertar su interés por las artes escénicas.

“Considero que el teatro ayuda a los niños a despertar su imaginación y el razonamiento, porque aunque es una actividad de entretenimiento como ir a jugar o ir al cine, el teatro presenta un acto vivo que te invita a analizarlo”, comenta Ramón.

Según Gisella Martillo, directora del nivel inicial del Centro Educativo Naciones Unidas, siempre han existido propuestas para niños en lugares públicos como los centros comerciales, el teatro y parques culturales como el Parque Histórico, sin embargo, ahora la cantidad y variedad de actividades son más notorias, “porque son precisamente los niños los que se convierten en ese imán que despierta el interés en los padres por visitar dichos lugares”, opina.

Así como la parte artística, cada vez hay más actividades dirigidas a los pequeños para que estos aprendan y aprecien el valor de cuidar la naturaleza y el medioambiente. Es por esto que el Parque Histórico Guayaquil ofrece varias actividades para la familia que fomenta la interacción de los niños y adultos con la naturaleza, así como la cultura del Guayaquil antiguo.

“Creemos que para que exista una educación medioambiental se debe empezar con los niños, en ellos se empieza a crear la conciencia de la importancia que tienen los seres vivos, la naturaleza y las especies representativas de la Costa y Amazonía. Con este público vamos a lograr cosas a mediano plazo, creando lazos entre personas y animales y fomentando el respeto hacia los animales”, asegura Lorena Falconí, gestora cultural de la Empresa Pública de Parques Urbanos y Espacios Públicos (Eppuep).

“A nosotros nos visitan muchos centros educativos y creemos que la enseñanza del parque combina muy bien con lo que aprenden en el colegio, con la ventaja de que es una experiencia significativa porque los niños ven el recurso, ven a los animales o plantas, por lo que se convierte en un aprendizaje más tangible”, acota.

Además de las visitas programadas a las tres zonas del parque, en fechas especiales realizan charlas educativas e interactivas con animales, verbenas, juegos tradicionales como el trompo, carrera de ensacados, ula ula, rayuela, entre otras.

“Estas actividades son importantes, ya que como el niño está en una etapa de crecimiento, necesita mucha actividad física, espacios grandes y verdes que le permitan canalizar toda la energía que tienen. Además que el contacto cercano con la naturaleza también aporta en su salud”, recalca Lorena.

Para Gisella, estas actividades benefician directamente el desarrollo del área socioafectiva-emocional de niños entre 2 y 7 años, porque hace que se integren con otros niños y eso genera seguridad y confianza. Los más grandes, de 8 a 12 años, desarrollan otras áreas como la competencia, integración y relación con otras personas de edades similares.

Los centros comerciales no se quedan atrás en esta tendencia, pues ya no son un mero lugar de compras, sino un centro de distracción. Natalia Tamariz, gerenta de Marketing de Villa Plaza, recuerda que todos los centros comerciales incluyen alternativas para niños, ya que de esta manera se cumple con el propósito de ofrecer un espacio para toda la familia.

“Nosotros desde un inicio hemos procurado ofrecer alternativas para los más pequeños, porque por la ubicación que tenemos recibimos la visita de muchas familias jóvenes que buscan nuevas opciones de distracción para sus hijos”, comenta.

Lugares como Villa Plaza, Plaza Lagos, Riocentro Entre Ríos y Plaza Navona se valen de recursos lúdicos, interactivos y llamativos para captar la atención de los pequeños. En Village Plaza, por ejemplo, los niños hacen las veces de minichefs, pintores, elaboran adornos manuales o asisten a un teatro al aire libre. En Riocentro ellos pueden sentarse a colorear, armar rompecabezas o dibujar, en tanto que en Plaza Lagos las fiestas temáticas son las más comunes, como por ejemplo Halloween o Easter, en las que a más de decorar el lugar, los personajes como el conejo de Pascua o monstruos típicos de estas celebraciones son los que reciben a los pequeños.

Mientras, en Plaza Navona hay clases de cocina, talleres de fotografía, pintura, escultura, teatro infantil y shows temáticos, en su mayoría de magia. Todas estas actividades son gratuitas y el niño debe asistir con un miembro de la familia.

“Estas alternativas ayudan en el desarrollo psicomotriz e intelectual de los pequeños, haciendo que el niño conjugue el movimiento de su cuerpo y su imaginación”, dice Elizabeth Gutiérrez, administradora de Plaza Navona.

Los niños son un público importante porque muchas veces son ellos los que despiertan el interés en los padres por visitar un lugar”.
Lorena Falconí
Gestora cultural de Eppuep.

Este tipo de actividades son beneficiosas para los pequeños porque les permite socializar con otras personas, lejos del ambiente del kínder o escuela”.
Ramón Barranco
Director artístico del TSA