Este hermoso lugar en las afueras de Cuenca es el pueblo natal de mi madre y siempre voy de visita allá.

San vicente está rodeado de naturaleza, incluso se puede hacer expediciones por la cordillera y observar el paisaje de las dos provincias, Azuay y Cañar ya que se encuentra en el límite de ambas. Además, la gente que habita este sector es muy amable, en las mujeres del pueblo es posible admirar la vestimenta tradicional de la mujer cuencana.

Está lleno de gente trabajadora, pues en este lugar los campos aún son trabajados de manera tradicional. En época de siembra podemos observar a los hombres utilizando a un par de toros para arar en la tierra, el ingreso de maquinarias para realizar esta labor es casi nulo.

Finalmente, sus festividades y gastronomía son admirables, cada vez que se celebra alguna fecha las fiestas son inmensas, tanto, que incluso llegan personas de otros pueblos, sectores o el centro de la ciudad a festejar con nuestra gente.

Las visitas en este «pequeño paraíso» como lo llamo yo, siempre me dejan un hermoso recuerdo y ya que no es muy conocido, me gustaría compartir este bellísimo lugar con aquellos quienes estén interesados en un buen sitio para conocer, pasar tiempo en familia, explorar y salir del caos de la ciudad.