Problemas metabolicos, conseguir el peso ideal es, como dicen algunos, cuestión de «sangre, sudor y lágrimas». No es algo sencillo para todos, hay a quienes les cuesta más y a quienes les cuesta menos. Pero algo importante que debes tener en cuenta es que poder se puede, otra cosa es que no puedas llegar tan rápido como querrías realmente.
Los problemas metabolicos a la hora de dejar las dietas
Hay algunas pruebas (procedentes de la investigación en ratas) que establecen que recuperar el peso perdido (cuando ya has alcanzado el peso ideal) se asocia a menudo con un cambio en la proporción normal de grasa e hidratos de carbono utilizados en las comidas, así como los estados de reposo y actividad.
Normalmente, la grasa es la principal fuente de energía en reposo y durante la actividad muy ligera, mientras que la glucosa se convierte en predominante cuando la intensidad de la actividad aumenta a moderados y altos niveles. Basándonos en estos estudios, parece que la tendencia a recuperar el peso perdido puede depender, no sólo de la cantidad total de calorías que comemos, sino también en lo que comemos y cuándo lo comemos.
Si tu cuerpo tiene un cambio en la forma que conserva y almacena la grasa cuando la ha perdido y estás en tu peso ideal, es normal que se recupere el peso de forma rápida. El ejemplo más claro de esto es cuando dejas la dieta y empiezas a comer, al principio con cuidado, de lo que no podías, como un “premio” por llegar. Eso hace que cada vez tengas más ganas de comer, aumenta el apetito, sobre todo de alimentos con alto contenido en hidratos de carbono. Hasta cierto punto, al menos, una dieta que se basa en múltiples comidas más pequeñas y es relativamente más alta en proteínas puede contrarrestar este aumento en el apetito y para promover una mayor utilización de las reservas de grasa para energía.
¿Qué hacer entonces? Pues hay que intentar combinar la dieta. Algunos que han pasado por esto establecen que hay que mantener la dieta durante más tiempo. Es necesario seguir a dieta un periodo de tiempo que se va acortando para así mantener ese peso ideal. Por ejemplo, al principio puedes comer solo 1 semana libre, con todo lo que quieras comer, si quieres dulces, hidratos de carbono, etc. Pero, después, las 3 semanas restantes del mes, has de mantener la dieta. Aún si con eso no va bien es posible que solo puedas permitirte el lujo de comer «bien» uno o dos días.
Conforme el cuerpo se va rindiendo y viendo que está bien el peso ideal que tienes, puedes ir reduciendo la dieta a dos semanas, o una, pero siempre vigilando tu peso para que, si sube, le des un poco de «medicina» en forma de dieta para contrarrestar el efecto.
No es fácil mantener el peso idealcuando has tenido que perder muchos kilos, pero afortunadamente si eres constante y no te rindes al final tendrás tu recompensa, solo tienes que ponerle ganas.