ESPOL
“Preguntad primero; después…, escuchad”.
– Antonio Machado
“El diálogo, basado en sólidas leyes morales, facilita la solución de los conflictos y favorece el respeto de la vida, de toda vida humana. Por ello, el recurso a las armas para dirimir las controversias representa siempre una derrota de la razón y de la humanidad”.
– Juan Pablo II
“En la concepción relativista, dialogar significa colocar la propia fe al mismo nivel que las convicciones de los otros, sin reconocerle por principio más verdad que la que se atribuye a la opinión de los demás”.
-Benedicto XVI
Difusión 2012.10.22.
En uno de los salones del ICQ, el jueves 18 de octubre de 2012 tuvimos el gusto de entrevistar a Francisco Huerta Montalvo (Columnista especial Diario EXPRESO) sobre los alcances y fronteras de su artículo Añoranza Bohemia publicada en SEMANA de Diario Expreso el domingo 7 de Octubre de 2012.
En el dialogo que se plasma en la producción, Pancho nos se hace una invitación a los miembros de la comunidad universitaria para tener espacios de respetuosos diálogos para intercambiar ideas y criterios.
El contenido de la referencia “Añoranza bohemia” escrito por huertaf@granasa.com.ec lo pueden tomar de los siguientes textos:
“De la región de Bohemia, en la actual República Checa, llegaban a Francia los gitanos y por eso llamaron bohémien a los que deambulaban por las calles de París e iban y venían arrastrando ostensiblemente su pobreza y su alegría.
Después, a ciertos particulares estilos de vida también se los designó con esa denominación, cuando lo exhibían poetas no muy encumbrados todavía, pintores en espera de la fama, que comenzaban a “vivir” en los cafés, en los bistros de la Ciudad Luz, la pequeña gran dicha de compartir sus ilusiones, sus visiones.
Un tal Henri Murger, parisino y paupérrimo del Barrio Latino, famoso en su momento y bohemio el mismo, cuyo pequeño busto se puede observar en el célebre Jardín de Luxemburgo, inmortalizó esos comportamientos en su Escenas de la vida bohemia, fuente de inspiración de dos óperas. Una, la de Puccini, la más conocida y representada.
Otra, la de Leoncavallo, además de una opereta, una zarzuela, un musical de Broadway y hasta una adaptación cinematográfica, contribuyeron a darle carta de identidad al término, de modo que su sola mención hace evocar maneras de vivir o personas que se atreven a llevarlas.
Prevaleció como actitud vital en determinados grupos intelectuales europeos, especialmente durante el siglo XIX, avanzando hasta comienzos del XX, encubriendo múltiples ocasiones con ese intelectualoide calificativo, una clara afición al alcohol y a los placeres de lo que por entonces (todavía hoy, aunque cada vez menos) se consideraba vida disipada.
Propia de artistas, de aquellos merecedores de la expresión: esta vida de artista me va a matar, la bohemia también fue brillante manifestación de otro modo de ser y estar, en un mundo de ideas y sensaciones, ajeno a las contemporáneas visiones del éxito que todo lo miden, lo pesan.
Lo cierto es que, por paradoja simpática, las tensiones de la vida moderna, nos están devolviendo, en ciudades odiosamente insulsas (sería de mal gusto ejemplificar) a la necesidad de contar con la posibilidad del disfrute estético, aunque fuese sin pretensiones filosóficas.
(Cuanto quisiera yo, que al menos se pudiese participar en Guayaquil de una sabrosa tertulia, un acogedor mentidero, para chismear con alegría, despellejando morosamente pero sin perversidad a todo aquel que se lo mereciese, al tiempo que se sueña en salvar la República, en hacer Patria, mientras se quitan amarguras de la boca con una copa de buen vino o un aromático café. En fin…)
Por suerte, el visible progreso de la gran ciudad, del Guayaquil que era el ámbito amplio en el que solíamos movernos, distribuido ahora en tres o cuatro cantones, tiene en uno de ellos: Samborondón, esa generosa y muy bien lograda contribución a la cultura y el entretenimiento que constituye el Teatro Sánchez Aguilar. Allí, y lo veo con agrado y agradecimiento, está prosperando una dimensión de lo guayaquileño que se había ido perdiendo, enredada entre nuevas visiones, tal vez más pragmáticas pero menos cercanas a los sentidos, como el teatro o la música.
Un esfuerzo cotidiano está manteniendo una oferta llamativa de la calidad posible por estos lares que, estimulado con nuestra visita frecuente podemos contribuir a mantener.
Vale la pena apoyar, aunque solo fuese de esa manera, los espectáculos ofrecidos y la feliz resurrección de un hábito que nuestros mayores cultivaron en el añorado teatro Edén o el Olmedo”. Tomado de:
http://www.semana.ec/ediciones/2012/10/07/columnistas/columnistas/dr-francisco-huerta-montalvo/
La entrevista completa con Pancho se presenta a continuación y pretende motivarnos unos a otros a instaurar una cultura del dialogo en todos los pisos de la educación ecuatoriana, ver:
Francisco Huerta e invitación para implementar BOHEMIAS ACADEMICAS en U, ESPOL, CSECT 2012.10.18.
Nosotros, como autores de esta entrada, abogamos por un aprendizaje dialógico, cuyos sustentos los presentamos aquí (extracto):
¿Cuáles son los principios del aprendizaje dialógico?
“La metodología se basa en el diálogo. Este se convierte en generador del aprendizaje.
El aprendizaje dialógico, que se fundamenta en las aportaciones que desde la pedagogía ha hecho Paulo Freire y desde la sociología J. Habermas, tiene como base las reflexiones, los debates y los argumentos, y también las experiencias de la vida cotidiana de las personas participantes.
Estos planteamientos teóricos definen como objetivo principal de la educación la transformación social a favor de una sociedad más justa, democrática y solidaria.
Los principios del aprendizaje dialógico son los siguientes:
- Diálogo igualitario: Paulo Freire abrió un camino para todas aquellas personas que luchan por un diálogo igualitario en situaciones de desigualdad.
En la tertulia respetamos todas las aportaciones igualitariamente, aunque lo que no aceptamos es que ninguna persona quiera imponernos la suya como válida, sea una persona que lleve mucho tiempo en la tertulia o sea la persona moderadora.
Y así, exponiendo cada uno su parecer y sin imponer a nadie nuestro punto de vista, sino respetando y valorando todo cuanto se dice y aprendiendo los unos de los otros, la literatura pasa a ser un placer compartido.
El diálogo es igualitario cuando considera las diferentes aportaciones en función de la validez de sus argumentos, en lugar de valorarlos por la posición de poder (profesor-alumno/a) de quien las realiza. A través del diálogo igualitario aprenden todas las personas ya que todas construyen sus interpretaciones basadas en los argumentos aportados.
- Inteligencia cultural: no hay personas incultas; unas son cultas en una cosa, otras en otra. Sin embargo, los grupos privilegiados imponen la valoración social de sus formas de comunicación como inteligentes y las de otros sectores como deficientes. Pero muchas investigaciones nos han demostrado que personas consideradas torpes en ambientes académicos pueden demostrar grandes capacidades en contextos laborales o familiares y viceversa. Paulo Freire destacó que la gente tiene capacidades cognitivas diferentes, nunca inferiores. Todas las personas tenemos inteligencia cultural, a lo largo de nuestras vidas hemos aprendido muchas cosas y de maneras muy diversas. Por lo tanto, todas las personas somos capaces de participar de un diálogo igualitario. La inteligencia cultural demuestra que se puede seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida.
Gracias a la seguridad que se adquiere a través del diálogo, las personas aprenden a tomar la palabra en ambientes académicos y universitarios, expresándose con naturalidad en sus lenguajes habituales. También se sienten capaces de interpretar textos tenidos por muy difíciles como el Ulises de Joyce.
En las Tertulias Dialógicas todas las personas tienen las mismas capacidades para participar. Los muros sociales a la comunicación desaparecen en este ambiente donde nadie se considera más culto que nadie, tanto si es participante de un curso de alfabetización como si es estudiante de filología o profesor de universidad”. Extracto tomado de:
http://www.faparm.com/index.php?option=com_content&view=article&id=452
¿Qué mismo es el CSECT? Por favor, acceder a:
http://blog.espol.edu.ec/vicenteriofrio/2012/01/15/
(Siempre +) en:
http://blog.espol.edu.ec/vicenteriofrio
Por (x +) en:
http://www.youtube.com/user/vart12345
Jugar con Pirotecnia es peligroso, ver:
¿Nos escribe?
– No esperes por el momento preciso. Empieza ahora. Hazlo ahora.
Si esperas por el momento adecuado, nunca dejarás de esperar.
Tags: @riofriodocespol, @vriofrioespol, APRENDER ENSEÑANDO, APRENDER HACIENDO, aprendizaje dialógico, bajo costo, Blog Educativo, Bohemia, BOHEMIAS ACADEMICAS, bohémien, buscando la verdad, Buscar, Columnista Especial, CREATIVIDAD, CSECT, dentro y fuera, DIÁLOGO, Diálogo igualitario, DIARIO EXPRESO, disfrute estético, EMPRENDIMIENTO PARA APRENDER, ENSEÑANDO A APRENDER, ESPOL, FORMACIÓN LIDERES, Francia, Francisco Huerta, Francisco Huerta Montalvo, Gitanos, Henri Murger, ICQA, innovación, innovaciones, Inteligencia cultural, J. Habermas, La Semana, Pancho Huerta, París, Paulo Freire, República Checa, Robótica, Seguridad, Teatro Sánchez Aguilar, UNIVERSIDAD, vart12345, VICENTE RIOFRÍO, vida bohemia, vida moderna, VÍNCULOS CON LA COMUNIDAD, VISIÓN