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Viendo esa foto ni me imaginaba todo lo que se diria de este edificio xD todo empezo por conversar con un amigo que de repente saco el tema de este edificio y me conto algunas cosas que pasaron en el. Luego me puse a investigar en internet y de verdad me sorprendi O.o han pasado varias muertes y cosas raras, ademas que segun leo, el edificio no es nada bonito por dentro u.u.

Un edificio de 30 pisos, alguna vez fue el mas alto de Guayaquil, ubicado en Vélez entre Seis de Marzo y Pedro Moncayo, alberga historias de suicidios, incendios y homicidios.

Aqui un extracto que saque de http://www.extra.ec/noticias.asp?codigo=2008080717140

SUICIDIO Y REDENCIÓN
«La cocktelito» saltó por la ventana. Su nombre era María Mercedes Richard Zambrano. A sus 26 años, una crisis nerviosa y problemas familiares la hicieron lanzarse desde el piso 19, el 27 de noviembre del 2002. Varios la vieron subir, nadie supo sus intenciones. Lucía apacible, pero solo era apariencia. Dijo que regresaba a su residencia para recoger una ropa. Minutos después, su cuerpo viajaba con el silencio hasta que interrumpió el tráfico, impactando contra un auto San Remo, parqueado en los bajos del edificio.

Aún por esclarecer, descansa la muerte de Fanny Cruz Saguay. La chica no soportó ver a su ex pareja en compañía de un nuevo amor. Los celos pesaron más que las razones, convenciendo a la mujer de 24 años a cometer un aparente suicidio tras caer desde el balcón interno del inmueble, a la altura del piso 17. Una losa construida en el noveno piso detuvo a la joven infructuosamente, al no impedir que esta pierda la vida.

Parados desde el lugar de la tragedia, el recuerdo del llanto de la señorita hacía cosquillear nuestros oídos. Aún todo está fresco, los fierros están torcidos. El golpe sigue latente pese a que ya ha pasado un mes.

Algunas veces la redención no encontró su fin en otro mundo. En junio de 1993, Genaro de la A trató, pero no pudo lanzarse desde la antena instalada en la terraza de El Forum, junto a su pequeño hijo de 10 meses de nacido, inocente ser que no tuvo culpa alguna de la separación de sus padres. Afortunadamente el hombre desistió, evitando sumarse a la nefasta estadística del edificio.

Pero la muerte siguió cayendo desde el cielo. Un menor de 6 años falleció al ser impactado por un ventanal que se desprendió desde el sexto piso, en mayo de 1994.

El peligro es inminente. Las mallas metálicas que dan a los ascensores, oxidadas por el paso del tiempo, en algunos casos están abiertas o no tienen candado. De igual forma, los pasamanos de las salidas de emergencia se han desprendido de sus cimientos.

El recorrido por los pasillos se torna de claro a oscuro. Iluminado en unos pisos, pero tétricamente sombrío en otros. Mientras más alto se sube a esta edificación, la luz que entra por los costados de los corredores reproduce una entrada para el cielo o para el infierno; parecido al ocurrido en el incendio ocasionado por las llamas y el humo que se apoderó de una oficina ubicada en el piso 24, que alarmó a inquilinos y transeúntes.

El vértigo invade al mirar al vacío. Parece que este edificio tiene vida, que quiere decir algo. Pero nadie lo escucha, tan solo las almas de las víctimas vacías que llenan cada uno de los recovecos de esta colosal edificación.

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Posted by on enero 21, 2009

 
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