Dios no es solo el que está en la cena de navidad, celebrando año nuevo o lamentando la muerte de alguien querido, el que te acompaña a algún lado luego de que tu madre haya dicho aquellas palabras que parecen solucionarlo todo (la bendición hijo mío, vaya con Dios, etc.).

Dios no es tan solo la figura que llevas en tu billetera para que no te roben, o la bendición del carro recién comprado o adquirido del año, la típica frase que usas cuando te impresionas de algo o alguien (…Oh Dios Mío…), tampoco es simplemente la «buena acción» del día o la excelente nota que sacaste sobre algo, como diría Ricardo Arjona «Jesús es más que una simple y  llana teoría», es más que persignarse cuando pasamos frente a alguna iglesia, es más que gritarlo en un cuarto lleno de personas que esperan que todo sea verdad y así pretender creer en ello y en que todos sus problemas se arreglaran por arte de magia, cuando el único arte que importa es el arte de tener fe!

Dios es perdón por todo lo que jamás pides perdón, es amor por todo lo que pides que te amen, es comprensión de todo lo que nunca llegas a entender, es lo que te falta de sabiduría cuando piensas que al fin se cumplió tu ilusión, es aquella persona que va parada en el bus con «mil bolsas» y que no pide que le cedas tu puesto debido a que está acostumbrada a la falta de caridad, es el Padre Nuestro bien rezado y la oración nacida del dolor cuando se la dedicas, es lo que me motiva a escribir cuando la mejor calma que encuentras a tus problemas es eso, escribir…

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